Hipertensión: un mal también en niños, adolescentes y jóvenes por el Dr. Carlos Bruno
Por el Dr. Carlos Bruno, Cardiólogo- Director de educación médica continua de Swiss Medical Group. Matrícula N°: 26355
Cada vez más niños, adolescentes y jóvenes presentan mayores posibilidades de padecer hipertensión. Según el estudio RENATA (Registro Nacional de Hipertensión Arterial) la prevalencia de Hipertensión Arterial (HTA) en Argentina es de 33,5% y los casos aumentan con la edad llegando a cerca del 70% en los mayores de 65 años, y si se realizara un screening, en mujeres posmenopáusicas los casos se acercarían al 50%, en estos casos debido a la disminución de estrógenos y progesterona. Sin embargo, la hipertensión en los menores de 35 años es un hecho. Años atrás veíamos casos de hipertensión juvenil como consecuencia de enfermedades renales. En la actualidad, entre el 3% y el 5% de los niños, adolescentes y jóvenes pueden padecer hipertensión a causa de hábitos de vida inadecuados como el sedentarismo y la obesidad. Sin embargo, tampoco debemos dejar de lado la consecuencia del consumo de drogas de adicción en episodios agudos de presión alta.
La mayoría de las drogas de adicción producen descargas agudas de catecolaminas (grupo de neurotransmisores entre los que se encuentra la adrenalina) que ocasionan la hipertensión aguda transitoria, es decir, que perdura mientras se esté bajo los efectos de la droga. Los daños del aumento de la presión pueden ser permanentes como: la hemorragia cerebral por ruptura de un vaso, la ruptura de aorta, o la enfermedad coronaria grave, entre otros. En la actualidad, no es extraño que jóvenes de no más de 30 años lleguen a las clínicas con graves problemas en sus arterias. Al tratar dichos casos, no se les puede suministrar betabloqueantes ya que en combinación con las sustancias tóxicas pueden favorecer el espasmo arterial, es decir, un estrechamiento temporal y súbito que priva de la sangre oxigenada al corazón u otros órganos.
Se debe destacar que el alcohol es la droga más usada y una de las más peligrosas que, en volúmenes altos, también está ligada a la hipertensión, a miocardiopatía alcohólica, cirrosis hepática, trastornos psicológicos graves y cognitivos.
El hábito de fumar (que tiene efecto catecolaminérgico) es un factor agravante de la hipertensión y productor de enfermedades (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y nefasto en general para todo el árbol arterial.
Hipertensión arterial esencial
Otra de las causas de hipertensión juvenil es el factor hereditario. Debe prestarse atención a niños y jóvenes cuando uno de los padres es hipertenso y más aún cuando lo son ambos. Este conocimiento debe acercar a niños y jóvenes a la consulta precoz.
Hipertensión arterial secundaria
El aumento de la presión arterial también puede deberse a enfermedades específicas, tales son los casos de Feocromocitoma (un tumor situado en las glándulas suprarenales), o la coartación de aorta (obstrucción de la aorta después del callado), es una cardiopatía congénita que produce hipertensión en la parte superior del cuerpo (2 de cada 10000 nacimientos vivos).
Las nefropatías también se hacen presentes en este grupo de hipertensión secundarias.
Sugerencias
El control de la hipertensión puede reducir la incidencia del accidente cerebrovascular hasta en un 40% de los casos, el infarto de miocardio en un 25% y la insuficiencia cardíaca también puede ser reducida significativamente. Se puede prevenir llevando un estilo de vida saludable. Una de las medidas más importantes es la disminución del consumo de sal y el control adecuado del peso. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir 5 gramos diarios, pero en la Argentina el promedio de ingesta es de 11,2 gramos. Recordemos que en el hipertenso diagnosticado puede llegar a recomendarse a consumir no más de 2 gramos de sal por día.
Otras medidas de prevención son: llevar a cabo una dieta basada en el consumo de frutas y verduras y la disminución del consumo de comida chatarra, realizar actividad física aeróbica regular, moderar el consumo de alcohol, café y bebidas cafeinadas. La práctica de yoga también resulta beneficiosa.
Las tomas periódicas de presión son importantes en todas las edades y en los jóvenes con sospecha. La cifra de presión arterial adecuada tiene que estar en el orden de los 120/80. En niños se debe de consultar a las tablas diseñadas por percentil.
Cuando la presión arterial elevada no responda al tratamiento higiénico dietético se recurrirá al tratamiento farmacológico, el cual cuenta con un amplio arsenal terapéutico y cuando se maneja cuidadosamente habitualmente no presenta efectos adversos.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial