Zurdos, una enorme minoría

 ¿Sabías que un cuarto de la población mundial -el 25%- nace zurdo? Y hay otros muchos datos curiosos.

Son minoría, sí, pero una minoría enorme. El25% de la población mundial nace zurdo. Luego la presión cultural y otros factores hacen que baje el porcentaje entre los adultos: 13% en los hombres y 9% en las mujeres.

Tan natural como ser diestro

No se debe corregir. Utilizar preferentemente la mano izquierda y en general la parte izquierda del cuerpo es una característica natural. Nunca hay que corregirla, como se hacía antes: un zurdo es más hábil, oye mejor, ve mejor, se orienta mejor y tiene más sensación táctil por ese lado de su cuerpo, por lo que adquirirá mayores destrezas si se le deja seguir su curso. Forzar a los zurdos no da como resultado ambidextros sino ‘zurdos contrariados’: personas que escriben mal y que pueden padecer problemas como la dislexia o la tartamudez.

Hay zurdos en todas partes. Los zurdos están repartidos, según todos los estudios, de manera bastante homogénea. Aunque hay datos llamativos: ser zurdo es más frecuente entre niños procedentes de nacimientos múltiples (mellizos, gemelos…) y en algunas zonas geográficas, como el sur de Asia y Europa del Este.

¿Por qué hay zurdos… y diestros y ambidextros (personas igualmente hábiles con ambas manos)? Se debe a la lateralidad del cerebro, es decir, al hemisferio cerebral que domina en cada individuo: el izquierdo en los diestros, el derecho en los zurdos (los ambidextros tienen lateralidad cruzada).

Muchos genios lo fueron: Napoleón, Mozart, Einstein, Beethoven, Picasso, Leonardo da Vinci… Ciertos estudios apuntan a una relación entre la zurdera y una mayor inteligencia y capacidad creativa.

¡Y grandes deportistas! Sí, porque sirve para destacar en deportes en los que sólo se usa un brazo, como la esgrima o el tenis: hay una larga lista de grandes tenistas zurdos, desde Jimmy Connors o Guillermo Vilas a Rafa Nadal. ¿El motivo? El cuerpo calloso del cerebro (el puente que une los dos hemisferios) está más desarrollado en los zurdos, con lo que la transmisión de información es más rápida: una gran ventaja en competiciones donde todo se decide en milésimas de segundo.

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