Icono del arte cervecero

El respeto por el oficio, el mimo en cada detalle, la tradición y la innovación unen al maestro soplador Diego Rodríguez y a Alhambra Reserva 1925.

Desde su fundación en 1927 la Real Fábrica de Cristales de La Granja, en San Ildefonso (Segovia), representa la más exquisita artesanía que ha traspasado de generación en generación los secretos de un oficio. Desde los encargos de la realeza que motivaron su nacimiento, hasta el delicado trabajo que hoy día encarna Diego Rodríguez, maestro soplador.

El envase. El precio de la botella de Alhambra Reserva 1925 es 0,91 euros.

Poco más o menos por las misma fecha, en 1925, veía la luz en Granada la cerveza Alhambra. Décadas de tradición y el respeto por los rituales artesanales han unido los caminos en un mismo producto, Alhambra Reserva 1925. Bebe de la receta original de aquella primera cerveza casi centenaria. Y no solo mima cada detalle durante su proceso de elaboración, la presentación también es un factor de suma importancia: su cuidado envase de vidrio guarda décadas de tradición cervecera.

El maestro soplador y la escultórica botella verde son los protagonistas de la campañaArte por descubrir que pretende simbolizar ese regreso a los orígenes y a una manera de hacer en la que cada detalle cuenta, tanto en la cerveza, como en el envase, que muestra una novedad con respecto a otras marcas cerveceras: no lleva etiqueta. Un rasgo distintivo para una cerveza premium de tonalidad ámbar dorado y aromas ligeramente tostados, que destaca por su espuma consistente, de textura esponjosa.