Confirmado: es un huevo Fabergé
27/04/2014
Peter Carl Fabergé (1846-1920) fue uno de los joyeros y orfebres más importantes de todos los tiempos. Capricho de los Romanov y ahora de ricos empresarios, los huevos de Pascua que realizó son reconocidos en todo el mundo y no dejan de sorprender, como en la reinterpretación de Zaha Hadid. Algunas de las piezas más importantes del que fuera el orfebre de la Corte Imperial Rusa deslumbran en sendas muestras en Viena y San Petersburgo.
Esta pieza ha sido la estrella de The Fabergé Big Egg Hunt, una iniciativa solidaria que llenó de huevos todos los rincones de Nueva York. La reinterpretación futurista «investiga la relación entre la forma natural y el material urbano, dando lugar a un horizonte fluido e inesperado», según su diseñadora, la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid. Recién salida de la tienda que la joyería posee en Madison Avenue, donde estuvo expuesta durante el concurso benéfico, la escultura se puso a la venta ayer en la casa de subastas Sotheby’s. Con un precio de salida de 8.000 euros, la puja finalmente alcanzó los 37.000.
Reinterpretaciones como esta de Zaha Hadid devuelven a la actualidad el nombre de Fabergé, sinónimo como pocos del lujo más preciosista y de la obra decorativa excepcional. Algunos de estos soberbios diseños, que continúan causando furor, deslumbran en dos ciudades europeas con peso específico en el ámbito de la cultura y el arte, Viena y San Petersburgo, que acogen sendas muestras dedicadas a la obra del orfebre.
La exposición del Museo de Historia del Arte de la capital austriaca acoge hasta el próximo 18 de mayo 160 objetos de la Casa Fabergé procedentes del Museo del Kremlin y del Museo Mineralógico Fersman de Moscú. La muestra incluye joyas y objetos decorativos realizados en los famosos talleres de San Petersburgo y que se acompañan de piezas firmadas por otros artesanos de la época, lo que permite hacerse una idea general de la excelencia técnica y artística alcanzada por los joyeros y orfebres rusos a finales del siglo XIX.
La estrella indiscutible de El mundo de Fabergé la componen los cuatro huevos de Pascua expuestos y realizados para los últimos dos monarcas de la dinastía Romanov, hoy en manos del célebre museo moscovita. Fabergé realizó 69 huevos entre 1885 y 1917, 61 de los cuales se conservan. Entre los que han viajado a Viena destacanMemoria de Azov, que contiene un barco en miniatura; el llamado Constelación, en el que el orfebre estaba trabajando para conmemorar el nacimiento del Zarevich cuando estalló la Revolución de Octubre y quedó inacabado; Kremlin, el más grande de todos, y Transiberiano, elaborado para la inauguración del famoso tren, guarda en su interior una minúscula réplica de oro.
Por su parte, la muestra de San Petersburgo parece haber recuperado buena parte del legado de uno de sus artistas más célebres. El Palacio Shuvalov de la ciudad fundada por Pedro el Grande acoge desde el pasado mes de diciembre la colección privada más importante del mundo de objetos y joyas del artesano preferido de los zares. El artífice del nuevo museo es Viktor Vekselberg, magnate del petróleo y el cuarto hombre más rico de Rusia, quien se ha propuesto invertir parte de su cuantiosa fortuna en recuperar para su país el valioso patrimonio artístico disperso por el mundo.
Su golpe maestro lo dio en 2004 al llegar a un acuerdo con los herederos de Forbes y hacerse con nueve huevos de Pascua antes de que estos salieran a subasta en Nueva York. Se estima que pagó por ellos más de 86 millones de euros. La colección del magnate engloba en la actualidad unas 1.500 piezas de arte y artesanía, 300 de ellas salidas de la Casa Fabergé. Por el momento el museo solo puede visitarse mediante cita previa o a través de algunas agencias de viajes de alta gama con acuerdos con la fundación The Link of Times.
Más información sobre las muestras. www.khm.at y www.kreml.ru
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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