Así nació el estilo marinero

En mayor o menor medida, cada llegada de la primavera tiene su reflejo en las prendas que llenan las tiendas a través de una tendencia que ha dejado de serlo para convertirse en un clásico: el estilo marinero (o navy en su faceta anglosajona). Camisetas de rayas en blanco, azul y rojo, botones dorados y estampados con motivos de anclas y otros elementos relacionados con los barcos inundan los establecimientos y las calles al mismo ritmo al que suben las temperaturas.

Por supuesto, lo tradicional en algún momento fue una tendencia rompedora. El origen de este estilo se puede establecer en el año 1837, en el que tuvo lugar la coronación de la reina Victoria de Inglaterra. Ese fue el inicio de la conocida como época victoriana, en la que el Imperio Británico vivió una gran expansión y que supuso grandes cambios para el Reino Unido en ámbitos como el cultural, el industrial, el político y el militar.

Para el periodista y especialista en moda Fernando Aguileta de la Garza, este punto de inicio puede articularse en torno a diversos elementos. El primero de ellos hace referencia a la clásica americana azul oscuro de botones dorados que indistintamente se podría encontrar en armarios pertenecientes a hombres de mediana edad o a niños de 12 años: “En ese año también tuvo lugar la fundación de la Armada Naval Británica (Royal Navy), de la que surgió un uniforme que distinguía a los marineros oficiales de los pescadores. Se cree que fue el capitán del H.M.S Blazer quien, en la coronación, los uniformó con una chaqueta de sarga azul combinada con blanco y botones metálicos en color plata o dorados. Para 1857 la reina lo había designado para toda la flota. De aquí viene el término azul marino.”

El significado de la camiseta de rayas también tiene su explicación: “Se dice que los colores sólidos estaban reservados para los Oficiales de Marina, mientras que los marineros sin rangos elevados llevaban rayas: azules y blancas por si alguien caía al mar”. La incorporación de esta prenda a la moda también se le atribuye popularmente aGabrielle ‘Coco’ Chanel, quien vió a los marineros ataviados con la popular camiseta ydecidió incorporarla al vestuario femenino. De hecho, en una de sus fotos más conocidas (tomada en su casa de la riviera francesa Villa La Pausa en 1930) la propia diseñadora posa ataviada con una.

Los jerséis de punto de lana ajustados con botón en hombro fueron muy populares y creados para representar la ciudad de origen del marinero, además llevaban el nombre de su embarcación en el pecho. Eran funcionales y otorgaban libertad de movimientos”, apunta Fernando quien también añade que: “Las mujeres habían estado relegadas de trabajar en barcos hasta 1942 cuando la U.S Navy autorizó a las mujeres para ocupar puestos en cubierta. Hasta entonces habían permanecido en tierra y el uniforme era muy parecido solo que con falda”.

La influencia de los atuendos marineros pronto se hizo patente en la moda civil de principios del siglo XX, para extenderse después a lo largo de nuestra historia reciente y que se ha recogido en diversas exposiciones. En 2007 el Museo marítimo de Greenwich acogió la muestra titulada Sailor Chic y en 2009 el Museo Nacional de la Marina en París organizó la exhibición Les Marins Font La Mode. En ambas se recorría el peso de este estilo en los diseños de creadores como la anteriormente mencionada Chanel, Lanvin, Givenchy o, por supuesto, Jean-Paul Gaultier, uno de sus principales embajadores.

El porqué del éxito de este estilo quizás esté menos definido. En su momento original puede que estuviese ligado a la imagen de valentía y heroísmo de los oficiales de la marina británica que lucían sus uniformes en un momento dorado para el Imperio Británico. Más adelante, diseñadores como Vivienne Westwood (que en 1981 mostró su primera colección en una pasarela bajo el nombre de The Pirate Collection) o Yves Saint Laurent se inspiraron en su espíritu rebelde y aventurero para sus colecciones.

La representación de la libertad encarnada en el mar y su asociación con el ocio y el tiempo de asueto seguramente hayan conseguido establecer su permanencia en el tiempo. Y es que pocas prendas representan mejor el espíritu reconfortante de las vacaciones estivales que una camiseta a rayas marineras.