Una noche de emociones

Bossi anoche agradeciendo la presencia de Antonio Gasalla. Público de pie ante.

Ayer fui a ver a Martín Bossi pero nunca imaginé que a partir de su aparición en escena, iba a vivir una noche que podría titularse: «Sensatez y sentimientos«.
En el comienzo muestra un actor multifacético que, a pesar de que el público no para de reírse, en mí provocó asombro, respeto. Los diferentes cantantes que personifica no son una macchietta de los originales, sino un minucioso estudio de lo que representaban en su época. Primer impacto.
Luego, se sucedieron una variedad de monólogos donde propone un encuentro con los valores, dicho esto con humor pero a la vez con una profundidad que pareciera estar frente a un Martín más grande que sus 39 años declarados. Segundo impacto.
Momentos imborrables: cuando propone que todos se levanten y vuelvan a bailar los temas románticos como «antes«. La platea entera se puso de pie, los que estaban en pareja aceptaron la propuestas mientras que los que no, se balanceaban románticamente. En definitiva, un llamado al encuentro con el otro, no por chat ni face, sino a través del sentimiento palpable, del calor del otro, de la mirada. Tercer impacto.
Y en el final propone desde la recreación del personaje de Olmedo, la emotividad.
Un público de pie, aplaudiendo, sumados a gritos de bravo anunciaban el final de una noche que empezó con risas desmesuradas que se fueron calibrando para dar paso a la emoción, el asombro, el recuerdo, el respeto, la risa justa. Se siente, al bajar el telón, que queda un mensaje silencioso sobrevolando la platea: rescatar del pasado los valores, los ritos, las tradiciones que nos hacían tanto bien como seres humanos para ponerlos en valor hoy.

Marcela Fittipaldi