Moda

Marco Zanini y su nuevo trabajo al frente de la maison Schiaparelli

En el deslumbrante salón principal del número 21 de la Place Vendôme, en París, nos recibe la altísima figura de Marco Zanini. El salón está en el centro del nuevo cuartel general de la maison Schiaparelli, el mismo lugar en el que Elsa tuvo una boutique con salida a la calle y oficinas en la entreplanta. Entrar es como retroceder en el tiempo; el revival es inevitable. Pero Zanini es real. Ha pasado los últimos cinco años trabajando en la transformación de Rochas, una marca adorada hoy por los fashion insiders gracias a su sofisticada sutileza. Ahora, Zanini es el nuevo director creativo de Schiaparelli, firma que ha permanecido inactiva durante casi 60 años.
En diciembre de 1954, Elsa Schiaparelli cerraba su maison y dejaba de existir como diseñadora. Vivió hasta su muerte en 1973 en su residencia de París, rodeada de estatuas, arte, libros, y a veces acompañada por sus nietos, Marisa y Berry Berenson.Hoy Marco tiene la tarea de resucitar la firma. Con 16 años, durante un verano de estudios en Londres, se gastó el presupuesto destinado para alimentarse en una biografía de la diseñadora. Él ya sabía que quería ser diseñador y se quedó fascinado por su personalidad y su extraña mezcla de simplicidad y opulencia. Nunca imaginó que la vida acabaría conectándole directamente con ella.
schiaparelli
© Boo George
UNA MAISON CERCANA AL ARTE
La pasada primavera, Marco recibió una llamada de parte de Diego Della Valle, dueño de Tod’s, Roger Vivier, Fay y de la casa Schiaparelli desde 2006. Hace un año, sin diseñador oficial, Della Valle avanzaba cómo veía el futuro de la casa: “Es un sueño, y no es para cualquiera. Quien ocupe este puesto hará cosas maravillosas. Será la marca más exclusiva del mundo. Esta marca está más cerca del arte que del negocio”. Della Valle y Farida Khelfa–referente durante mucho tiempo de la escena fashion parisina y representante y musa de la casa Schiaparelli–, discutieron durante mucho tiempo sobre cómo tenía que ser la nueva maison, concebida no sólo como una casa de moda sino como un centro de arte. Según Zanini, Elsa Schiaparelli fue una artista creadora, más que sastre. “Cuando empezó, no tenía conocimientos. Chanel o Balenciaga tenían una completa formación, pero ella no. Su aproximación era pura y libre”, comenta Marco. Schiaparelli fue una aristócrata italiana. Publicó un libro de poesía erótica que le obligó a huir de su residencia en Roma. Vivió en París, Nueva York y Londres. Su espíritu erudito, excesivo y original le hizo entrar en la moda en 1927, cuando le pidió a un artesano tejedor que le hiciera un jersey. “Ella no sabía tejer”, insiste Zanini.
marco y farida
© Boo George
LOS ARTISTAS, AMIGOS Y COLABORADORES
Eran los años 20 y 30, tiempo de surrealismo, cuando moda y arte emergían. Creó elready-to-wear, el concepto de boutique, los vestidos camiseros, culottes, monos, cuñas, gafas de sol y el color rosa. Se inspiraba en artistas como Cocteau y Christian Berard, a quienes pidió que decoraran sus prendas. Schiap, como le gustaba que le llamaran, instó a su amigo Dalí a hacer accesorios. Él creó la famosa langosta para un vestido que llevó, entre otras muchas, la duquesa de Windsor. Sombreros que parecían zapatos, tocados con cabeza de leopardo…“Schiaparelli era casi una artista pop. Cada prenda tenía impacto visual. O lo odias o lo amas”, asegura Zanini. El nuevo puesto de trabajo de Marco está en la parte más alta del edificio, en el atelier, un espacio reformado de cuyas repisas cuelgan vestidos y abrigos vintage. Y es que en Schiaparelli no hay archivos. Se ha traído a su hermana Miki –su confidente y colaboradora en el trabajo y en la vida–, y a Matteo Tamburini, su ayudante en Rochas, a trabajar con él. “Me siento bien”, comenta. Tiene motivos. Acaba de estrenar su primera colección Haute Couture en Schiaparelli, en el inicio oficial de una historia que todos, él incluido, esperan que dure mucho tiempo.
Zanini para Schiaparelli
© inDigital
60 años después, el surrealismo que hizo famosa a la fundadora de la maison ha vuelto a pisar la pasarela. Tocados, accesorios y joyas revivían el espírutu vanguardista de la modista pero, todo lo demás -desde las línea etéreas y los vestidos vaporosos a los colores pastel- lleva el sello de Zanini. Entre referencias naturales -hacemos zoom sobre el exquisito brazalete enredadera-  y mechas de colores, ha transcurrido elprimer capítulo de la historia de Schiaparelli reescrita por Zanini. Toda la colección, aquí.
Zanini para Schiaparelli
© inDigital

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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