Patek Philippe, el regreso
04/08/2013
En un tiempo dominado por la recuperación del estilo clásico, era cuestión de tiempo la vuelta de los modelos Officier por parte de marcas como Patek Philippe. Este tipo de relojes son aquellos que protegen su fondo con una tapa maciza desplegable igual que lo hacían los antiguos aparatos de bolsillo.
Esta firma suiza es una de las pocas casas que conserva esa elegante tradición, una labor que requiere de manos expertas y precisas con muchos años de experiencia.
UNA JOYA. La masa oscilante del movimiento es de oro de 21 quilates.
La terminación ha de ser tan perfecta que incluso se controla el sonido del cierre de la tapa hasta dar con el tono deseado. La referencia 5227, la última entrega de la emblemática colección Calatrava, demuestra el dominio que ha alcanzado Patek Philippe en la fabricación de estos relojes Officier.
El añadido de la tapa apenas ha sumado grosor a la caja (0,3 mm), y las dos piezas quedan unidas por una bisagra que es invisible a simple vista.
Más allá de esta discreta novedad, el 5227 es un Calatrava ‘de toda la vida’, con una caja de 39 mm de líneas atemporales, y una esfera que destaca por la legibilidad de sus indicaciones.
En su corazón equipa movimiento automático con masa oscilante de oro de 21 quilates y espiral Spiromax de silicio. Hay varios acabados disponibles para este modelo: oro amarillo, blanco o rosa; y la correa es de piel de cocodrilo con cierre desplegable.
Más información: www.patek.com
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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