¿Son las modelos la mejor imagen de un producto?

La combinación de sensualidad y provocación, personificada por una ‘top’ de cuerpo escultural o un ‘celebrity’ y materializada en forma de campaña publicitaria, no siempre es sinónimo de éxito. Y es que, según un estudio realizado por el Warwick Business School, por norma general, las marcas que presentan sus productos de la mano de modelos y famosas, generan más rechazo que deseo de compra entre el público femenino. ¿Deberían echarse a temblar Gisele Bündchen y compañía?

Según explica la doctora Tamara Ansons, una de las autoras del estudio, la clave está en la sutileza. «Para tener éxito en el campo del marketing, hay que usar imágenes idealizadas, que deben ser presentadas de una manera sutil«. Ya que, según reconoce Ansons, lo realmente importante es la forma en la que se muestra al consumidor. «Observamos que cuando la exposición a las imágenes es sutil, el subconsciente realiza una comparación que deriva en una percepción negativa del propio aspecto de la consumidora, que sin embargo, se traduce en una valoración más positiva de la marca». Por el contrario, cuando la exposición es más obvia, el efecto negativo que produce la modelo se extiende también al producto.

Los investigadores sometieron a las mujeres a varios experimentos, uno de ellos fue el análisis de varios tipos de anuncios. Las participantes en el estudio fueron divididas en tres grupos, a los que se presentó un conjunto de imágenes diferente. A las primeras un anuncio sin modelos, a las segundas una página en la que las dos imágenes publicitaras -una de ‘top’ en biquini y otra de una bebida alcoholica- ocupaban el mismo espacio en la publicación, mientras que al tercer grupo se le facilitó una composición en la que la fotografía de la modelo ocupaba una gran parte de la página.

El estudio reveló que «la percepción que tienen las mujeres de sí mismas y el efecto que produce en la evaluación del producto depende del grado de atención que se presta a la imagen de la modelo en el anuncio», según explica Ansons. Además, también corroboró, que cuando los consumidores están abiertamente expuestos a la imagen de una modelo delgada y guapa, suelen intentar ‘levantarse el ánimo’,desmitificando o menospreciando a la protagonista de la foto, por lo que, «la evaluación negativa de la modelo se extiende también al producto que anuncia», sentencia la investigadora.