Enseña a tus Hijos a Hacer Amigos

¿Te dice que en el recreo se queda solo? ¿Que le rechazan? ¿O tal vez comienza en un cole nuevo? A muchos de nuestros hijos les cuesta hacer amistades. Y tú puedes ayudarle. La inglesa Naomi Richards, una conocida coach infantil, te da las pautas:

-Lo primero es averiguar si es verdad o no. ¿Por qué dice que no tiene amigos? Pregúntale si es cierto que no tiene ni un solo amigo, qué hace cuando quiere ser amigo de alguien y si lo ha probado variass veces. Porque las amistades tardan en desarrollarse, se necesita tiempo para confiarle a una persona nuestros pensamientos y sentimientos, así que explícaselo. ¿Qué busca tu hijo en sus amigos? ¿Pasárselo bien solo, compartir estudios e intereses, dejar de sentirse un ‘bicho raro’…? En función de lo que responda, habla con él y explícale lo que es ser un amigo (alguien leal, que te ayuda, estimula, con el que puedes compartir tus dudas y miedos, que no te juzga por equivocarte, sino todo lo contrario: que te aliente a volverlo a intentar…).

-”Pregúntale qué niños le caen mejor en el colegio y, si tuviera que elegir, con qué dos se quedaría y por qué. Una buena forma de poner en marcha la conversación es a base de preguntas: qué, por qué, dónde y cuándo”, explica Naomi Richards. Ensaya con él preguntas del tipo ¿cuándo es el recreo, qué hacéis en él?, ¿dónde os juntáis a jugar?

-Enséñale a interactuar con los demás mientras juegan. “Por ejemplo: si están jugando cerca, pueden hablar de lo que están haciendo o de cosas que le han sucedido. Si quieres, practicua una situación similar en casa”, dice.

-Háblale de la importancia de que muestre interés por lo que dicen y hacen los demás. “Explícale que así hará que esa persona se sienta especial, y puedo hacerlo planteando preguntas de amigos. Si le rsulta difícil, practicad con preguntas sencillas, como: ¿Qué hiciste anoche? O con un cumplico del tipo Me gusta mucho tu mochila, ¿dónde la compraste?”, agrega la experta.

-También puedes enseñarle que preste más atención a los otros.hay palabras y señales muy útiles con ls que se demuestra que se atiende la conversación. Aseveraciones del tipo ‘ahá’, ‘sí’, ‘genial’,’¿en serio?’.

-Puede invitar a otros niños a casa. después de clase o el fin de semana. Así también controlas qué tipos de amistades tiene y cómo se maneja con ellas.

-Pregúntale si sonríe, es amable, si ayuda a lo demas, si respeta sus propiedades y opiniones, si le smira a los ojos, si se acerca a ellos… Porque todo esto ayuda a generar vínculos. ¿Cómo puedes inculcárselo? Haced un juego de roles en casa y practicad. Tú puedes hacer de su amigo o incluso de él mismo para que ve, mediante un ejemplo vivo, cómo puede comportarse…

-¿El problema es que comienza en un colegio nuevo o que os habéis cambiado de ciudad? Dile que se fije en los niños del cole, por ejemplo, quebusque entre ellos a quienes considera que son similares a él,que les guste las mismas cosas, que vistan de forma similar… Así le será más fácil iniciar una conversación.

-Anímale a tener más de un amigo. De esta forma, si su colega falta un día a clase, él no estará solo y apartado. Eso sí, no le obligues a jugar con niños que tú elegirías si fueras él. Esa elección le corresponde a él. Tú sólo debes controlar que sea acertada, no imponerle nada. “Tu hijo debe hacer sus propios amigos y con un poco de ayuda de tu parte lo conseguirá”, agrega Naomi.

-¿Te preocupa que tenga pocos amigos? Pues pregúntate si lo prefiere así o no. “es posible que le guste tener pocos amigos muy buenos en lugar de muchos amigos y conocidos. Conforme van creciendo, los niños tienden a tener menos amigos, pero amigos más cercanos. Si es así, acepta su elección”.

-”Si tu hijo ve obstáculos en sus amistades, siéntate a hablar con él sobre ellos, uno a uno, y trata de encontrar una solución para cada caso. Por ejemplo, puede que quiera hacerse amigo de un compañero que juega al fútbol y a él no le guste este deporte. En ese caso, tendrá quue elegir: jugar al fútbol aunque no le guste o buscarse a otra persona con la que jugar. También puede ser amigo de alguien que juegue al fútbol en el colegio, y verlo fuera, cuando no lo hace”, concluye la experta.