Espectáculos

‘Beatlelandia’, marzo de 1963

Un viernes como este viernes 22 de marzo, hace justo 50 años, EMI, a través de su pequeño sello Parlophone, publicó ‘Please please me’, el primer álbum de un grupo de Liverpool llamado The Beatles. La primera edición sólo aparació en mono. Una semana después, se publicó la versión en estéreo. 

No se llegaron a prensar ni 5.000 copias. Ocho de las 14 canciones que contenía el álbum llevaban la firma Mc Cartney-Lennon. Nadíe se atrevía a tanto. Los primerizos sólo graban versiones de temas más o menos famosos, pero los Beatles decían que sus temas eran poderosos.
En un principio, ‘sir’ George Martin, el productor y director musical, quiso llamar al album ‘Off the beatle track’. Incluso se había atrevido a una idea grotesca para la portada. Nada más y nada menos que fotografiar a los cuatro Beatles a la salida de la Casa de Insectos del Zoo de Londres, al que Martín era asiduo ya que no estaba lejos de Abbey Road. Menos mal que la portada se zanjó con una magnífica foto de Angus McBean , tomada desde el entresuelo de las oficinas de EMI, en Manchester Square (hoy día no existen) y con los Beatles tres pisos más arriba, asomados a la barandilla del piso. Finalmente, se llamó al álbum ‘Please please me’, porque Martin estaba convencido que este tema tenía gancho. El día de la aparición del disco, los Beatles seguían de gira y tocaron en el cine Gaumont de Doncaster. El día anterior había sido un día del demonio, ya que grabaron para la BBC tres de sus canciones para el programa ‘On the scene’. Y por primera vez se sintieron como si ya hubieran llegado a pisar el éxito. Pero, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿en qué condiciones? se grabó este primer álbum de una carrera milagrosa.
Los Beatles ya habían lanzado dos singles, ‘Love me do’ y ‘Please please me’, con sus respectivas caras B, pero un ‘long play’ de vinilo de aquellos tiempos , debía tener al menos 14 canciones. De otra forma, parecería una estafa. Pues, bien, los Beatles tuvieron que grabar 10 canciones más en tan sólo un día. Fue el desagradable, frío y lluvioso lunes del 11 de febrero de 1963. No, no era habitual que los artistas tuvieran que grabar en un sólo día un ‘long play’ completo, pero el roñoso sir George Martin creyó que podían hacerlo para así ahorrar unos chelines. El productor dijo que EMI había pagado nada menos que 400 libras esterlinas por el alquiler de 16 horas del Estudio 2 de Abbey Road. La miseria siempre le persiguió a Martin, que como director artístico delpequeñísimo sello Parlophone manejaba los presupuestos de sus artistas. Años más tarde reconoció que fue un mezquino despreciable con los Beatles, teniendo como tenía 55.000 libras esterlinas de presupuesto anual.
Los Beatles cobraron por ese día de trabajo siete libras con 10 chelines cada uno. El salario mínimo que imponía el sindicato de músicos. Otra miseria, porque era ya más que notable que un grupo de músicos pudiera grabar 10 temas válidos en tan sólo dos sesiones. La primera de las 10.00 hasta las 13.00 horas. La segunda, de 14.30 a 17.00 horas, aunque en la práctca terminó a las 18.00. Como el resultado no era suficiente, Martin exigió hacer una tercera sesión de 19.30 hasta las 22.45 horas.
Los Beatles acabaron exhaustos, histéricos, pero contentos porque habían grabado 14 canciones. Entre las que no se utilizaron en el álbum, estaba una versión de ‘Bésame mucho’, que Paul cantaba ya que estaba enamorado de esa canción y ya la habían incluido en la maqueta para que el sello Decca les contratara. Decca desechó el talento de los Beatles. La anécdota más sangrante es que los Beatles viajaban en una pequeña furgoneta sin calefacción. El domingo por la noche habían actuado en Sunderland y parece que tuvieron que dormir en el vehículo. Cuando llegaron a las nueve y media de la mañana al estudio 2 de Abbey Road, Paul Mc Cartney tenía mucho frío y estaba acatarrado. El estado de John Lennon era aún peor con fiebre y congestión.
Pero lo peor era que los Beatles se habían dejado para el final de la sesiones , justo la canción más difícil de cantar, cuando tenían destrozadas las gargantas. El ‘toro’ de la grabación era una versión de ‘Twist and shout’, una canción que hacía dos años Phil Spector había producido para los Top Notes. Los Beatles tomaban como referencia la versión que los Isley Brothers habían hecho poco después del original.
Un John Lennon en estado febril y lleno de pastillas, té con leche y algo más fuerte, cantó dos veces en directo ‘Twist and shout’. Paul siempre dijo que no sabía donde John había sacado las fuerzas. Se intentó una tercera toma, pero John no podía más. Eran cerca de las 23.00 horas y habían cantado durante todo el día. La versión que aparece en el ‘long play’ es la de la primera toma. Se escucha a un John con una voz de rockero agudo y carrasposo como un negro, quizá por su estado febril.
Todas las canciones se grabaron a través de una mesa de tan sólo cuatro canales, diseñada por los mismos ingenieros de la EMI. Pero el magnetófono, la serie 3 de un British Tape Recorder, sólo admitía dos pistas. Abbey Road utilizaba esos magnetófonos de dos pistas desde que fueron ensayados durante la Segunda Guerra Mundial.
Parece que los Beatles ni siquiera se quedaron a dormir en Londres. Era muy caro y prefirieron cenar y volver a la carretera, porque al día siguiente tenían dos actuaciones. Una en el Arena Ballroom de Sheffield y , más tarde, en el Astoria Ballroom de Oldham, estuviera como estuviera la fiebre de John Lennon.
Es imposible describir la frescura, la belleza, el divino misterio de este primer álbum de los Beatles de hace ahora 50 años. Fue como si todos los dioses se hubieran unido el mismo día para dar el primer soplo mágico al grupo más impresionante de toda la historia de la música.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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