El «cocodrilo» de John Lennon
13/01/2013
Zilli era una de las firmas preferidas por nombres de la cultura del siglo XX como John Lennon o Francis Bacon. Hoy sigue fabricando a mano sus originales cazadoras.
PRENDA ICONO. Cazadora ‘dragón’ con piel de cocodrilo en el exterior y el interior en seda. C.P.V.
Francis Bacon tenía un «cocodrilo»
09-01-2013
Paloma Redondo
A SALVO DEL FRÍO. Guantes elaborados en piel de cordero . Cierre elástico en tres tonos de cuero rojo. C.P.V.
«En los años 70, una época en la que la mayoría de las sastrerías se dedicaban a elaborar trajes de chaqueta, nosotros lanzamos cazadoras de cuero de lujo hechas mano. Fuimos precursores en elsportwear masculino chic«, dice Alain Schimel, 69 años, fundador y presidente de Zilli, marca francesa especializada en marroquinería de alta gama. Menos conocida en España que Hermès o Louis Vuitton, no tiene nada que envidiarlas. En poco más de 40 años, esta empresa familiar independiente afincada en Lyon ha construido un imperio, que hoy cuenta con 46 tiendas propias en las grandes capitales de Europa, Asia y América, y puntos de venta en 28 países, aunque todavía no en España.
Zilli se dirige a un público internacional compuesto principalmente de hombres de negocios, empresarios, políticos, coleccionistas de arte, banqueros, pintores, cantantes y actores. «Nuestros clientes tienen en común la afición al lujo, al hedonismo, al placer de vestirse con prendas excepcionales», dice Schimel. La marca se niega a difundir nombres de sus clientes actuales pero confirma que Francis Bacon y John Lennon llevaban sus diseños.
La historia empezó en 1970, cuando el padre de Alain Schimel le presentó a su sastre, Teofilo Zilli, un inmigrante italiano que tenía una pequeño taller en el centro de Lyon. Zilli, especialista en prendas de cuero, había emigrado a Francia después de la II Guerra Mundial. «Me fascinó la facilidad con la que trabajaba el cuero. Ninguna piel se le resistía», dice Schimel, que por aquel entonces era un joven de 28 años en busca de un objetivo en la vida. Había estudiado Ciencias Políticas pero no veía claro su futuro profesional. Fue en el taller de Zilli, un local de 50 m2, donde supo que el talento del italiano merecía algo mejor que una minúscula sastrería.
Alain Schimel, presidente de Zilli, y su hijo Laurent, director general.
Schimel compró el negocio y contrató a Teofilo. En 1983 abrieron su primera boutique en Londres. Siete años más tarde, inauguraron una tienda en la calle de Faubourg Saint-Honoré de París, en el prestigioso triángulo de oro de la capital francesa y donde se concentra una parte de los comercios más lujosos del mundo. El objetivo era responder a las necesidades de una clientela internacional que viajaba constantemente y aprovechaba las escalas en París y en Londres para aprovisionarse de ropa y complementos de la marca.
Aunque la cazadora sigue siendo su prenda emblemática, Zilli es una marca global que fabrica desde camisas hasta trajes de chaqueta, pasando por zapatos y jerséis. Además, propone todo tipo de accesorios: cinturones, guantes, bolsas de viaje, carteras e incluso fundas para móviles. Desde 2007 cuenta con una línea de gemelos de alta joyería y en 2010 lanzó su primera colección de gafas de sol. «Proponemos un estilo atemporal, acorde con los tiempos que corren pero sin caer en la trampa de las tendencias. Nuestras colecciones se caracterizan por la calidad de los materiales y los detalles en el acabado», dice el fundador, que mantiene la mayor parte de la producción en Francia.
MODA EN LOS PIES. Zapatillas en forma de botín realizadas en piel negra de ternera guateada. 900 €.
A MEDIDA. Elegir los mejores cueros es una de las obsesiones de la marca. Varias veces al año el experto de Zilli da la vuelta al mundo en busca de las pieles más exquisitas, pero jamás trabaja con especies protegidas, tal y como dicta el Convenio de Washington de 1973 que preserva a animales en vías de extinción. La maison cuenta también con un servicio a medida. «Nos han pedido colchas de piel con forro de cachemira, objetos para despacho de cuero de un color especial e incluso revestimiento interior de coches», explica Schimel. Los precios de las cazadoras, con forro interior de seda, oscilan entre 8.500 y 18.000 €. El calzado varía entre 2.000 y 4.500 €, y los bolsos de viaje rondan los 2.000 €. Un par de gemelos de oro con diamantes y zafiros pueden costar 13.000 €.
¿Y cómo ve Schimel el futuro de Zilli? «Vamos a continuar nuestro desarrollo en China». Quién diría al modesto sastre italiano que su apellido iba a llegar tan lejos.
Más info: www.zilli.fr
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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