KATE MOSS, PORTADA DE VANITY FAIR A LO BRIGITTE BARDOT

Es la top de tops y acumula cientos de portadas a sus espaldas, pero a sus 38 años ha demostrado que es capaz de seguir cautivando a la cámara. La modelo aparece en la portada del número de diciembre del Vanity Fair americano en un primerísimo plano, con flequillo tupido y un look muy natural.

Kate Moss habla abiertamente en la entrevista de su relación con Johnny Depp, los primeros años de profesión y lo duro que le resultaba hacer desnudos. Considera que sale fatal en las fotografías y que no puede evitar guiñar los ojos continuamente, «si no estoy trabajando, no salgo muy bien las las fotos, de verdad«.

Confiesa que a veces no se siente a gusto en su piel, y que en su boda conJamie Hince tuvo que preguntarle a su amigo Galliano quién debía ser. «El día de mi boda estaba muy nerviosa y le pedí a Galliano que me diera un personaje que interpretar. Él dijo, ‘Guardas un secreto: eres la última de las rosas inglesas. Escóndete tras ese velo y cuando él lo levante verá tu pasado sin sentido hasta ahora'».

Moss recuerda con horror sus primeros posados sin ropa, recordando su mítica sesión con Corinne Day para ‘The face’,: «Preguntarle hoy a una niña de 16 años que se quite la ropa suena raro, pero ellos estaban como ‘si no lo haces, no te volveremos a hacer fotos’. Así que me encerré en el baño a llorar y después salí y lo hice. Nunca me he sentido más incómoda, le pedí al peluquero -que era el único hombre- que se girara durante la sesión«.

Durante su breve romance con Johnny Depp, por fin sintió que alguien cuidaba de ella, «No había habido nadie que realmente hubiera sido capaz de cuidame. Johnny lo hizo durante ese tiempo, me fiaba de él y si le preguntaba qué debía hacer, él siempre respondía. Eché mucho de menos eso cuando lo dejamos, fue una pesadilla».

Está claro que Kate ha pasado por momentos difíciles, pero ahora encuentra en una gran momento personal. «Ya no salgo por la noche, estoy bastante establecida. ¡Vivo en Highgate con mi perro, mi marido y mi hija!» Esperemos que esta estabilidad dure para siempre.