LA BIELA: ACLARACIÓN SOBRE UNA NOTA DE LA NACIÓN por Mariano Wullich

En una entrevista publicada el lunes pasado y realizada al dueño mayoritario del bar y restaurante La Biela (Carlos Gutiérrez García), el colaborador de La Nación, Leandro Vesco, relata con certeza las vicisitudes de la gastronomía en la cuarentena.

Define los síntomas con exactitud, como bien se los relata Gutiérrez García. Pero, por respeto a la Recoleta y a esa confitería de todos los tiempos, hay que corregir que el local jamás quedó ni queda en esa dirección. La Biela y sus antecesores estuvieron siempre situados en Roberto M. Ortiz y Presidente Quintana (“La avenida larga”). Jamás Junín, ni siquiera cuando estaba abierta al tránsito automotor hasta casi los 90.

Los que no eran del barrio daban “la vuelta al perro” por ese asfalto que, después de La Biela, continuaba así: por la derecha, árboles, plaza y cementerio; por la izquierda, la Munich, el Norte, Augustus, el bar de la esquina de “las chapitas” y la calle Guido, que corría al revés que ahora.

Finalmente, nombra a Juan Manuel Fangio como un parroquiano y se olvida del mundo de esa esquina. Fangio está excelentemente bien ubicado dentro del salón en una maravillosa fotografía de Aldo Sessa, pero jamás fue un habitué del bar ni de la barra de los fierreros. El “quíntuple” era un hombre de vida ordenada, la que seguramente lo correspondió con inolvidables conquistas.

 MFW