«EL EQUILIBRISTA», Chacarerean teatre, por Edgardo Moreira

En la oscuridad del Chacarerean suenan unas campanitas mágicas que, como en las mil y una noches, parecen decir «Sésamo ábrete» y con su propia música, entra el protagonista a ese mundo donde cada objeto que toque lo transportará a una situación, personaje o recuerdo.
El cuerpo de Dayub se adaptará a cada sensación dando forma a una sucesión de imágenes en movimiento que arrullaran, soplarán o deslizaran las palabras como notas musicales sobre un pentagrama tridimensional, el espacio escénico.
La interacción de texto, cuerpo, sonido y emoción es de una armonía tal que el espectador queda extasiado, atraído por el sortilegio que lo envuelve como un sueño placentero del que uno no quiere despertar.
#MauricioDayub con su talento multifacético mantiene el justo equilibrio entre lo que dice, siente, piensa y hace para que esta caja de Pandora funcione con la precisión de un Big Ben.
Pero este universo poético tiene también otro genio responsable: #CésarBrie, un director exquisito, con un sello personal indeleble e intransferible. Sus puestas son tan reconocibles como un Dalí o Van Gogh. Para ello cuenta con el diseño funcional de la escenografía móvil de #GabriellaGardellics y realización de #MarianoIndij, #AlfredoGodoyWilson y #LuciaLossada.
Creo, debería citar la ficha técnica completa, porque cada uno de los rubros es indispensable para lograr este ensamble admirable, que da vida a esta obra de arte.
Hay que disfrutarlo, sentirlo que como dice Dayub… «sentir todavía es gratis».