Strudel de membrillo y manzana con frutos secos

No hay nada como abrir nuevos horizontes culinarios y animarse a probar recetas de otros países. En esta ocasión viajamos a Alemania para enseñarte a preparar uno de sus dulces más típicos, el apfelstrudel o strudel de manzana. Recién hecho, templado con helado de vainilla es un placer al que pocas personas pueden resistirse. Si eres una de ellas, te encantará esta receta.

El strudel es, probablemente, uno de los postres con manzana más ricos, y eso que tiene mucha competencia: la tarta tatin, la manzana asada, el clásico bizcocho de manzana, magdalenas de manzana… pero el strudel es de nuestros favoritos. Hay distintas variaciones de este postre. En algunas zonas se prepara con masa levada, en otras con hojaldre y también con masa o pasta filo. Hoy te enseñamos a prepararlo precisamente con esta última, la más auténtica. Lo que más nos fascina de este postre es lo crujiente que queda por fuera y el contraste que se crea con el interior, muy jugoso gracias a la manzana caramelizada (mejor si es una variedad ácida como la reineta).

Normalmente se le añaden frutos secos, generalmente nueces, y canela. Esta vez vamos a hacerlo con membrillo, piñones y pasas. El resultado es muy sabroso y ligero, nada graso. ¡Apunta la receta!

Cómo hacer un strudel de manzana, membrillo y frutos secos

Ingredientes: 

• 1 membrillo
• 4 manzanas reinetas
• 25 g de piñones
• 25 g de pasas
• 50 g de mantequilla
• 20 g de azúcar
• 1 cucharada de canela
• 1 paquete de pasta filo
• 1 cucharada de azúcar glas

Lo primero que hay que hacer es ablandar el membrillo. Para ello, cuécelo durante 15 minutos, y después quítale la piel y córtalo en trocitos pequeños.

Quítale la piel y el corazón a las manzanas y córtalas en daditos. Mientras, ve hidratando las pasas en el microondas con un poco de agua durante 30 segundos.

Cuando tengas las dos frutas listas, ponlas en una sartén con los frutos secos, la mitad de la mantequilla, el azúcar, la canela y remueve bien hasta que la fruta se haya caramelizado.

Pon el resto de la mantequilla en el microondas para que se derrita.

En una bandeja de papel para horno, pon una lámina de pasta filo y ve pintándola con una capa de mantequilla, no muy gruesa. Haz lo mismo con las otras láminas y pon el relleno en el centro.

Dale forma a las láminas plegando las hojas para conseguir un rectángulo alargado cerrado por los lados. Cuando lo tengas, mételo en el horno y deja que se haga durante 15 minutos o hasta que esté doradito.

Espolvoréalo con canela y si quieres también con azúcar glas. Deja que se temple un poco y ya tienes el strudel listo para una merienda otoñal. Lo ideal es tomarlo recién hecho calentito, pues es cuando más sabor y aroma tiene (y está mucho más crujiente), pero frío también es delicioso. Sírvelo con un poco de yogur o helado de vainilla para darle el contraste de textura y temperatura.