Salud

LOS NIÑOS TAMBIÉN SE DEPRIMEN

La depresión suele aparecer enmascarada y resulta más difícil de detectar que en adultos. Según la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 7 jóvenes de entre 10 y 19 años padece algún tipo de trastorno mental, entre los que se encuentran depresión, ansiedad y trastornos del comportamiento. Muchas de estas afecciones no reciben el reconocimiento y el tratamiento que requieren. El 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, un trastorno que incide significativamente en las tasas de mortalidad a nivel mundial.

 

La depresión impacta a personas de todas las edades. Para Juan David Jurado, psicólogo en DIM Centros de Salud, “La depresión es un trastorno del estado de ánimo que también puede afectar a niños y adolescentes. Se caracteriza por algunos síntomas relacionados con el aburrimiento persistente, la falta de energía o cansancio, el desinterés por actividades que antes eran favoritas, el aislamiento social y las dificultades para comunicarse; los cuales pueden variar según la edad. Siempre debe ser diagnosticado por un profesional de la salud mental.”

El Lic. Jurado amplía sobre algunos puntos que son claves para padres y/o cuidadores a la hora de su detección y abordaje.

→ ¿Cuáles son las causas de depresión a tan temprana edad?

Algunas causas a tener en cuenta son las biopsicosociales, donde puede existir una predisposición genética más los antecedentes de posibles experiencias traumáticas a edades tempranas y cómo repercute en su entorno, ambiente y sostén vincular.

Si bien en los niños, niñas y/o adolescentes la depresión aparece más enmascarada y puede resultar más difícil de detectar que en adultos. Se recomienda a padres y/o cuidadores estar atentos y saber diferenciar entre una tristeza o enojo a causa de algo familiar, escolar, personal o si esa tristeza o enojo es persistente e impide desarrollar las tareas habituales.

→ ¿Cuáles son las señales de alerta?

También hay que tener en cuenta si aparecen señales como:

»                   Disminución de interés por actividades favoritas

»                   Síntomas físicos sin causa médica

»                   Llanto frecuente

»                   Baja autoestima

»                   Aumento en irritabilidad

»                   Aislamiento social

»                   Alteraciones en patrones de alimentación y sueño o descanso

»                   Problemas de concentración

→ ¿Qué se hace en esos casos?

Si los padres o cuidadores detectan posibles síntomas de depresión o cambios abruptos en el comportamiento podrían considerar empezar a hablar con los niños, indagar cómo están todos sus aspectos de su vida, ver de qué manera pueden expresar sus emociones y poner en palabras lo que les pasa.

Se puede involucrar a otros adultos como maestros de la escuela o jardín, entrenadores o personas afines a las actividades para ver de qué manera ellos vienen acompañando el proceso educativo e informen su visión.

Luego, consultar con profesionales de la salud mental, quienes van a poder diagnosticar, acompañar en el proceso clínico, y sugerir un tratamiento para generar un mejor bienestar psicológico y emocional.

 

Con el asesoramiento del Lic. Juan David Jurado (MN 80255), Psicólogo de DIM Centros de Salud.

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Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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