La Legislatura porteña distinguió a la diseñadora de la joyería de lujo Rubí Rubí

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, homenajeó a la Prof. Edith Miroznik por su Trayectoria Empresarial y aporte al desarrollo económico de la ciudad.

La Directora Ejecutiva y Diseñadora de la marca Rubí Rubí, Edith Miroznik, fue citada en el Salón Dorado de la Legislatura porteña para recibir con orgullo el diploma en reconocimiento a su trayectoria, así como también al aporte económico que brinda su centenaria firma familiar.

Frente a un entorno de amigos, familia e invitados del mundo del arte, la cultura y empresarial, la Diputada Marilú González Estevarena entregó el Diploma -por la Resolución 285- a la Directora y Diseñadora de joyas de esta Pyme fundada en 1915.

Edith representa la cuarta generación de una empresa familiar de orfebres, cuya historia nace en Polonia en el año 1875 y continuó con José Miroznik; quien llega a la Argentina en 1915 y comienza a cimentar una incipiente actividad volcando todo su amor por la orfebrería, una técnica antiquísima que se ha practicado desde la antigüedad remota, y supo trabajar con maestría el oro, la plata y las piedras preciosas”.

Hoy en día, brinda empleo a más de 80 familias y continúa apostando por el trabajo y la identidad argentina, siendo un pilar fundamental para la economía local.

Durante el evento, dieron sus testimonios: Matías Tomati quien destacó el rol social que encarna Edith como empresaria, al generar empleo a tantas familias y cómo eso conlleva a su solidaridad-; José María Candioti que se refirió a la gran trayectoria de esta familia de joyeros y a cómo Edith supo honrar la herencia de valores y profesionalismo que fue el legado de su padre- y Benito Correnti quien resaltó el liderazgo de Edith en los más diversos ámbitos empresariales y en las instituciones. Este segmento fue cerrado por Adrián Beker, hijo de Edith, que enfatizó en los profundos valores que su madre le ha transmitido: inspiración y pasión como pilares fundamentales de todo proceso de trabajo y forma de vida, y expresó el orgullo y admiración por esta distinción recibida por Edith.

Para concluir, Edith Miroznik destacó la compañía de los amigos que la acompañaron y agradeció a la Diputada Marilú González Estevarena, y a todo el cuerpo legislativo, por haber proclamado esta resolución por unanimidad. “Este camino no lo he recorrido sola, sino con mi hermana Diana, entre las dos hemos transmitido a nuestros hijos el amor por esta profesión”, expresó la diseñadora y también hizo referencia a sus fuentes de inspiración de las últimas colecciones: “poseen los más diversos paisajes de la Argentina: Purmamarca, Tucumán, los hielos del fin del mundo, las Cataratas del Iguazú, los bosques de Arrayanes de Bariloche” y contó cómo desde una hoja de papel en blanco surgen combinaciones creativas de diamantes, zafiros y otras piedras preciosas que emulan a los colores de la naturaleza y el milagro que se produce hasta el resultado final, que es una joya única, atravesando las diferentes y complejas etapas de fabricación.

Acerca de Edith

Edith Miroznik estudió Bellas Artes y se graduó como profesora de los idiomas Inglés e Italiano. Desde muy pequeña, vivió rodeada de metales y piedras preciosas en todas sus formas, amando lo que su padre, joyero orfebre de exquisito gusto, fabricaba con diseños propios que tomaban forma en sus manos. Siente pasión por crear. El diseñar es la exaltación de su imaginación: sus bocetos acercan el diseño al arte. Es un trabajo que comienza desde un plano emotivo y se traduce en el desarrollo dónde cada pieza es única, una actividad donde combina el placer del trabajo manual, la