Salud

51% de los casos de otitis en invierno suceden en niños menores de 5 años -más de 700 M por año a nivel mundial- (1)  

Antes de los 3 años, el 70% de los niños presentan al menos un episodio de otitis media aguda, y un tercio de ellos presentan 3 o más (2)

Por Ma. Agustina Leiro (MAT. 8343) – Lic. en Fonoaudiología del equipo GAES Amplifon
El frío suele traer consigo un abanico de enfermedades y los niños son generalmente uno de los grupos más afectados. Las infecciones virales que tienen lugar en los meses de otoño e invierno desencadenan en problemas en el oído -entre otras-, ya que son uno de los órganos más sensibles al frío, y sobre todo en la infancia.
La otitis consiste en una inflamación que puede darse en el conducto auditivo externo o en el oído medio, que se ubica justo detrás del tímpano, siendo el dolor de oído el síntoma principal. Cuando el dolor comienza de pronto y dura poco tiempo, resulta una infección “aguda”; mientras que, cuando la infección se vuelve recurrente y puede causar daños a largo plazo, se transforma en “crónica”.
La prevención, la primera aliada contra la otitis
Lo principal para evitar las otitis es intentar disminuir los catarros. Para esto es importante mantener una adecuada higiene de manos, tomar abundante agua y mantener ventilados los ambientes de las casas.
Durante las infecciones respiratorias se pueden realizar lavados nasales con suero fisiológico, o una solución salina. Esto sirve, principalmente, para que el moco sea más fluido y favorecer su expulsión.
Por otro lado, es muy importante la vacunación contra determinadas bacterias, como la vacuna contra el neumococo (incluida en el calendario vacunal), porque protege a los niños de la otitis media aguda producidas por estas bacterias. Por este motivo resulta imprescindible mantener actualizado el calendario de vacunación infantil y realizar los controles médicos.
La Lic. Leiro del equipo GAES Amplifón recomienda recurrir al médico frente a los primeros síntomas, para hacer un diagnóstico adecuado. Algunos de los síntomas que pueden aparecer son:
  • Dolor de oídos. Si el niño se queja insistentemente, llora con facilidad y tiene dolor en los oídos, fiebre, vómitos y/o diarrea. Una forma de reconocer esto es presionar el oído del niño durante unos segundos, si muestra dolor y reacciona llorando.
  • Problemas con la alimentación. Disminución del apetito debido a que, al momento de tragar, se mueve ligeramente el oído y produce dolor.
  • Trastornos del sueño. El niño no logra descansar bien, llora por las noches o se muestra intranquilo.
  • Supuración. En el caso de los bebés, puede supurar el oído.
  • Molestias u sensación de tapón. Otra evidencia que puede exteriorizar un bebé es que se toque continuamente el lóbulo de la oreja. Mientras que, en los niños más grandes, que pueden expresarse con más facilidad, refieren a la sensación de tener el oído tapado e incluso de escuchar menos.
Los problemas auditivos de nuestros hijos pueden aislarlos y dificultarles el aprendizaje del lenguaje y la expresión. Por este motivo, frente a la aparición de cualquiera de los síntomas es recomendable realizar una revisión auditiva con un profesional idóneo, para dar con el diagnóstico preciso.
La periodicidad de las revisiones médicas depende de cada caso particular y de la edad, pero es aconsejable recurrir a los especialistas para el control de los oídos, y así poder disfrutar de una buena salud auditiva.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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