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MAU MAU. ACLARACIÓN SOBRE LA NOTA DE LA NACIÓN por Mariano Wullich

Hace 10 días, en La Nación, se publicó una nota sobre la inauguración de Mau Mau y su historia. Ante insistentes mails, TE. y mensajes de Facebook enviados, debo aclarar que jamás pude haber escrito esa nota, que contiene algunos aciertos y demasiados desaciertos.

La nota la escribió Pablo Mascareño, a quien no conozco.

Será más fácil entender lo que digo puntualmente:

1)      El primer epígrafe dice “la fachada original de la «boite»”. Nunca tuvo otra.

2)   Jamás se la denominó “La catedral del ruido”.

3)   Mau Mau estaba sobre lo que se denominaba el “Codo de Arroyo”, mucho antes de que el local existiera y, en donde no había galerías de arte.

4)   “Las damas emperifolladas”, dice el cronista. Nada menos cierto. Eran discretas u elegantes.

5)    “Hoy, en el predio donde funcionaba Mau Mau se emplaza Florería Atlántico, en cuyo subsuelo está montado uno de los bares referenciales de la ciudad, siguiendo la tradición exclusiva del lugar”, sita con rigor Mascareño. Error aquitectonico y geográfico: Mau Mau estaba al lado. Hacia Suipacha había un bar y, abajo estaba “El Sotano”, en donde cantaba Marcelo Eduardo (“Devórame otra vez…”) y trabajaban señoritas (eso es hoy Florería Atlantico) . En Mau Mau, hay un edificio de departamentos.  Pasen y vean…

6)   “En los últimos años el Negro Freedy reemplazo a Fraga…”  Es verdad, no fueron pocos, pero jamás fue Freedy, sino el Negro Andrés (Fredes, de apellido). Simpático y agradable, se pasó de rosca y terminó preso en un allanamiento que el juez Blondi hizo en la boite.

7)    Otro engaño para los no iniciados: Cuenta Mascareño que “La decoración, hoy evaluada como de dudoso buen gusto (¿) se definía en paredes recubiertas con pieles de cebra (¡habrá querido decir cueros de cebras!) de la que pendía animales embalsamados. Esa ambientación era una suerte de nexo con aquel acontecimiento histórico sucedido en África y que le dio el nombre al lugar”. Otra mentira. Mau Mau se llamó así porque los Lataliste, cuando cerraban Costa Norte (Olivos) ponían de canción de despedida el “Papa hum mau mau, papa hum mau mau…”.

8)      No es error, pero Mascareño habla de VIP, ricos y famosos y, jet set local. De forma, no era nada de eso, Mau Mau era otra cosa que no tenía que ver con balcones privilegiados, revistas de chimentos y todo eso.

9)      Lo del final. La explosión de la embajada de Israel ya fue dicho en este diario y la frase de José Lataliste: “Mau Mau fue una felicidad que duró treinta años”, se la dijo a éste cronista y fueron publicadas en La Nación.

Atte. Mariano Francisco Wullich

(Nota para Revista Viva – Diario Clarín – 1999).

Construyen dos edificios adonde fue Mau Mau

«Cuando parecía que ya nada podía quebrar la armonía del «codo aristocrático» de Buenos Aires, un poderoso grupo financiero y una inmobiliaria de alcurnia encararon la construcción de dos edificios de categoría en el número 866 de la coqueta calle Arroyo. Una vez que la obra concluya, bajo los lujosos pisos de mármol de carrara quedará sepultada una parte de la historia de los argentinos. Y cuando a mediados del 2000 los departamentos estén habitados, alguien escuchará un taconeo incesante en la vereda; serán ecos de otras noches. Sólo algún niño preguntará acerca del cartel colocado en una de las paredes del solarium como homenaje póstumo al lugar que supo ser el más exclusivo de la ciudad: «Abue, ¿qué es Mau Mau?» Los chicos siempre hacen las preguntas más difíciles.»

Fuente autor MOMA SUSURRA de Mónica Marenda: ‘http://momasusurra.blogspot.com/2007/05/apogeo-y-ocaso-de-la-catedral-del-ruido.html

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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