Crumble de ciruelas
El crumble de ciruelas es, posiblemente, el más tradicional de los postres de este tipo que se elaboran en el Reino Unido junto con el de manzana y arándanos. Generalmente se elabora con ciruelas rojas, por estar de temporada en esta époda del año en la que ya apetece encender el horno. Aunque esto, en tierras británicas, no es un problema debido a su fresco clima.
Es una manera fabulosa de conseguir que quienes no son demasiado aficionados a las ciruelas, las coman. La cocción al horno cambia su textura y, la mezcla con el crumble, las vuelve más apetitosas. La combinación del crujiente del crumble con el casi-puré de ciruelas es insuperable. Es estupendo que sea tan sencillo de elaborar, así podemos homenajearnos con crumble de ciruelas a menudo.
Ingredientes para dos personas
- 100 g de harina de trigo, 200 g de mantequilla (muy fría), 80 g de azúcar, 5 ciruelas rojas, 50 g de vino blanco dulce, 5 g de fécula de maíz (maizena) y una cucharada de azúcar (opcional).
Cómo hacer crumble de ciruelas
Comenzamos por elaborar la mezcla del crumble, así la podremos dejar reposar en la frío unos minutos antes de necesitarla para cubrir la fruta. Para ello, mezclamos en un cuenco la harina, el azúcar y la mantequilla cortada en dados. Trabajamos con las yemas de los dedos hasta homogeneizar y conseguir una textura similar a migas. La dejamos reposar en la nevera.
Mientras tanto, pelamos las ciruelas y las cortamos en gajos de un tamaño lo más similar posible. De esta manera, todos los trozos se cocerán por igual, sin quedar ninguno más duro que otro. Colocamos la ciruela en una fuente de horno pequeña. Si las ciruelas nos resultan demasiado ácidas, espolvoreamos con una cucharada de azúcar (aunque esto es totalmente opcional).
Mezclamos el vino blanco dulce con la fécula de maíz, removiendo para que no queden grumos, y lo vertemos sobre la ciruela. Esparcimos el crumble sobre la ciruela, procurando que cubra toda la superficie. Introducimos la fuente en horno pre-calentado a 180 ºC y cocemos durante 30 minutos o hasta que la superficie adquiera un tono dorado. Dejamos reposar unos minutos antes de servir.
Tiempo de elaboración | 20 minutos + 30 minutos de horneado
Dificultad | Fácil
Degustación
Aunque se puede comer frío, la mejor manera de disfrutar del crumble de ciruelas es recién hecho, cuando todavía está caliente o templado. El crumble está crujiente y en su momento óptimo de textura. Para una auténtica experiencia británica, probad a acompañarlo de un chorrito de nata líquida, de helado o de una crema pastelera ligera.
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Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial