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La vanidad se llama Craft Torpedo

Impecable. Las J Craft 42ft Torpedo, con cubierta acabada en caoba, tienen capacidad para cuatro personas más un tripulante.

Telas de Loro Piana. Relojes de Panerai. Cubertería diseñada por un príncipe. Los detalles hacen grande a la J Craft Torpedo, inspirada en las lanchas de los años 60. Cuesta 900.000 euros.
De la visión de un grupo impersonal de embarcaciones fibra de carbono surgió de volver al pasado. El sueco Johan Attvik pasaba otra larga temporada en el sur de Francia, se atragantó al ver tantos barcos similares, y de tan poca personalidad, y decidió volver a su país para comprar todas las lanchas J Craft que pudo y devolverlas al mercado oportunamente reformadas, con su casco de madera de caoba reluciente. Se trataba de la réplica nórdica de los Chris-Crafts que surcaban los lagos nortea – mericanos y del Riva Aquarama en el que Brigitte Bardot navegaba por la Costa Azul en los felices años 60.
Cuando ya no quedaron más J Craft –la empresa se creó en 1998 y quebró poco después–, tuvo que decidirse a lanzar un nuevo modelo. Entonces el financiero alemán Aleksandar Milakovic compró la marca y se puso al mando como presidente. Creía plenamente en la visión de Attvik: «En los últimos años los barcos tienen cada vez líneas más modernas, pero pierden personalidad. La nave que ahora vendemos, la J Craft 42ft Torpedo, incluye la última tecnología en ingeniería naval, pero no se ve, la escondimos». La lancha transmite el glamourde la dolce vita, y dentro incorpora dos potentes motores Penta de 800 cc diseñados por otra compañía sueca, Volvo. «Los hicimos junto a ellos, instalando el sistema de propulsión IPS. Se maneja con un joystick, lo que permite maniobrar la nave con gran delicadeza», destaca Milakovic.
Aunque parece destinado a poco más que emprender una divertida excursión con la costa a la vista, una J Craft Torpedo va mucho más allá. «Hemos ideado una potente lancha capaz de largas travesías que ninguna de su clase podría abordar. Por poner un ejemplo: solemos navegar con ella de Mónaco a Cerdeña (283 millas), de ahí a Ibiza (360 millas) y de vuelta a Mónaco (396 millas). El viaje más largo nos llevó de Hong Kong a Hainan, una isla situada en mitad del mar de la China Meridional, a 600 millas de distancia», alardea Milakovic. Los detalles de elegancia son innumerables: el timón imita al volante de un Ferrari 250 GTO de 1963, con agarre cubierto de cuero; uno de los focos reproduce los de un Bugatti de los años 30; la tapicería es exclusiva de Loro Piana; los relojes los provee Panerai, y la cubertería es un diseño del propio príncipe Carlos Felipe de Suecia. Aunque lo que de verdad lo hace único es, precisamente, que ninguno es igual. Para empezar porque los tablones de madera del casco nunca son idénticos, y porque se construyen bajo pedido. «Tenemos una fórmula imbatible: la elaboración artesanal de cada pieza», subraya Milakovic. Eso hace que, hasta su botadura, haya detrás 5.000 horas de mano de obra.
En la próxima aventura de esta empresa se sube a cubierta Rolls-Royce para crear un concepto bespoke que liga la J Craft con el modelo Phantom Drophead Coupe. «Los emparejaremos hasta el último detalle. A nuestro acabado en caoba añadiremos la exótica madera Santos Palisander que recubre el interior del coche». Entre otros detalles, tendrá un habitáculo para guardar una cesta de picnic para cuatro personas, el aforo máximo (más una persona de tripulación).

Ficha técnica

Eslora. 12,6 m. Manga. 3,6 m. Calado. 0,95 m. Velocidad máxima. 50 nudos. Motores. 2 x Volvo Penta IPS. Combustible. 1.000 l. Autonomía. 350 millas náuticas Precio. 900.000 euros.
Más información. www.j-craftboats.com

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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