Prada campaña 2014
«Una pequeña y sutil diferencia puede hacer una fotografía. O no«. Esa fotógrafa del alma que es Annie Leibovitz es la autora de algunas de las fotografías más definitorias del siglo XXI, tanto por su capacidad de eliminar todo rastro de hieratismo a una estrella de Hollywood –¿quién no recuerda la instantánea de Leonardo Dicaprio con un cisne rodeándole el cuello?– como por mostrar la crudeza de una verdad sin aditivos, sin miedo a mostrar la desnudez de una instante y con la valentía de quien se atreve a imponer lo natural sobre lo producido o sugerido.
Leibovitz ha postrado a Miley Cyrus en un diván tan solo acompañada por una manta blanca cuando esta aún vivía su idilio con Hannah Montana, ha convertido al legendario Mikhail Baryshnikov en el Peter Pan de una Wendy encarnada por Gisele Bündchen, y ha jugado con la fantasía y el amor como nadie de su género. Su fuerza la ha llevado también a campañas inolvidables como auquella Disney Dream’s Portraits y ha firmado para grandes firmas comoGap o Nike, pero una mente maravillosa como la suya necesitaba reunirse con la de la gran diseñadora-artista de nuestra generación: Miuccia Prada.
En la campaña de primavera-verano 2014 de la división masculina de Prada, Annie Leibovitz fotografía al actor Dane DeHaan, recién nominado al BAFTA por su papel en Kill your darlings y futuro Harry Osborn en la secuela de The Amazing Spiderman. Tomada en Nueva York, la campaña muestra al actor con un trasfondo minimal que acompasan los prints florales y las siluetas maximizadas de las prendas de la firma, con mención aparte de instantáneas en blanco y negro específica para la campaña de óptica. Leibovitz se suma así a un órdago de fotógrafos con los que Miuccia lleva contando varios años, desdeSteven Meisel, Yan Fudong o David Sims, que ya fotógrafo a DeHaan en la campaña primaveral del año pasado.