Pelo protegido del sol

Además de proteínas como la queratina, cada fibra capilar está compuesta de lípidos, agua y oligoelementos. Estos componentes son la protección natural del cabello: ayudan a nutrirlo, mantienen su brillo y evitan la pérdida de humedad interna, favoreciendo su elasticidad. Durante la exposición solar, las radiaciones UV penetran a través de la cutícula y degradan las propiedades mecánicas del cabello. Como consecuencia, la textura de la melena es menos lisa, dificultando su peinado, y se vuelve frágil, tendiendo a la caída. Al igual que antes, durante y después de tomar el sol utilizamos tratamientos para no quemarnos, hay que incorporar la melena a la rutina de cuidados para evitar esta foto-degradación. La gama Soleil de Kérastase reconstruye las ceramidas gracias a la Tecnología Filtre Photo Défense, que combina la acción anti-encrespamiento de los aceites minerales y la reparación del cabello frente al efecto desecador del sol. Baño Aprés Soleil (P. V. P. 17,85 euros), es perfecto para aplicar después del chapuzón, pues aporta suavidad al cabello y facilita su desenredado, mientras la bruma bifásica Huile Lacteé (P. V. P. 23,10 euros) está especialmente indicada para cabellos sensibles.