Mamá Kate
23/07/2013
Convertida, a pesar de sus orígenes plebeyos, en un triunfo para la monarquía británica desde su matrimonio con el príncipe Guillermo, Catalina Middleton (Catalina, desde su enlace) se enfrenta a partir de ahora a la tarea de educar al futuro rey, nueva etapa en una trayectoria que ha dado hasta ahora sin ningún tropiezo. A sus 31 años, Catalina, duquesa de Cambridge, ha dado un heredero a los Windsor (el primer nieto del príncipe Carlos), conforme a las expectativas reales, algo más de dos años después de haberse casado con el nieto de Isabel II ante la mirada del mundo entero.El esperado nacimiento refuerza la imagen modelo de la futura reina Catalina. Con su sonrisa impecable y su soltura social, esta joven de largos cabellos castaños ha demostrado ser una profesional de las relaciones públicas.
El efecto Catalina
Recibiendo con agrado flores, peluches o peleles durante los baños que multitudes que les reciben, echándose a los brazos de Guillermo para celebrar los éxitos británicos durante los juegos o bien jugando al hockey en tacones durante una visita a su antiguo colegio (cuando ya estaba embarazada, aunque no se había hecho público): la princesa deportista seduce con su aparente simplicidad y naturalidad.Aquella joven que en 2010, durante el anuncio de su matrimonio,consideraba «intimidante» la perspectiva de unirse a la familia real ha sabido hacerse un hueco, a pesar de las inevitables comparaciones con quien hubiera sido su suegra: Diana. Según un sondeo de YouGov realizado en junio, recibe un 79% de opiniones positivas.
La Catalina Middleton de los comienzos, novia paciente y discreta, ha ganado seguridad, participando en solitario en inauguraciones y discursos. Su estilo en el vestir -que mezcla vestidos de firma con prêt-à-porter asequible- es ya un referente a los ojos del gran público, que acaba con las existencias de todo lo que luce Catalina en tiendas e Internet.
Críticas
Raros son aquellos que se arriesgan a criticarla. Cuando la escritora Hilary Mantel habló en febrero de «una marioneta sin personalidad» cuya «única razón de ser es tener un niño», sus comentarios fueron acogidos con indignación por la prensa. El premier, David Cameron, la defendió como «una formidable embajadora de Gran Bretaña».
‘Es una mujer de carácter, tiene su propia idea sobre cómo debe desempeñar su función’
Unos meses más tarde, una revista francesa publicó el célebretop less de la duquesa, tomado cuando estaba de vacaciones con su esposo. Guillermo, decidido a proteger a su mujer de los paparazzi que perseguían a su madre, recurrió a la justicia.
Los tabloides británicos, habitualmente poco pudorosos, se abstuvieron de mostrar los pechos reales. Esto no impide a la prensa británica seguir cualquier acción y gesto de Catalina, quien hace tiempo que no desaparece de la primera plana de los diarios: cada una de sus salidas permite escrutar su silueta, su peinado y, durante los últimos mees, su ‘baby bump’, es decir, su tripa de embarazada.
Catalina, por su parte, nunca se expresa. Salvo que se trate de algún discurso por una obra de caridad o una asociación de la que es madrina. Pero tras su sonrisa, lo cierto es que su personalidad sigue siendo un misterio.
El príncipe Guillermo, quien la conoció en 2001 en la Universidad escocesa de St. Andrews -donde ella se licenció en historia del arte- asegura que tiene un «sagrado sentido del humor».
«Es una mujer de carácter, tiene su propia idea sobre cómo debe desempeñar su función y prepararse para ser reina», considera Patrick Jephson, antiguo secretario privado de diana.
Su familia
La joven y su marido han dejado patente cierta independencia ante las tradiciones reales en varios aspectos: han recortado el personal que los rodea y parecen deseosos de educar ellos mismos a su hijo en la medida de lo posible.Catalina ha mantenido unos fuertes vínculos con su familia: es la mayor de tres hermanos y sigue muy unida a su madre Carole, antigua azafata que hizo fortuna con su esposo al lanzar una empresa de artículos de fiesta. Su hermano James y su hermana Pippa son habituales del papel cuché. La joven, que causó sensación en la boda de Catalina, capitaliza su experiencia en materia de fiestas: ha escrito un libro y colabora con la revista Vanity Fair. Pero, mientras Pippa no se libra de las críticas, la duquesa de Cambridge sigue siendo la más admirada.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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