Los Papás con Más Estudios dan Menos Grasa y Azúcar a sus Hijos
04/04/2013
El nivel de estudios de los padres influye en la frecuencia con la que sus hijos toman alimentos proclives a la obesidad. esa es la conlusión de un reciente estudio europeo que afirma, por otra parte, que los niños cuyos padres tienen un nivel educativo bajo-medio comen menos verduras, frutas y más productos procesados y bebidas azucaradas.
El informe Identificación y prevención de los efectos sobre la salud inducidos por la dieta y el estilo de vida en niños (IDEFICS, por sus siglas en inglés) – elaborado por expertos de ocho países europeos- ha estudiado si existe alguna relación entre el nivel educativo de los padres y la frecuencia con la que sus hijos consumen alimentos vinculados con el sobrepeso. este estudio incluye datos de 14.426 niños de entre dos y nueve años procedentes de Italia, Estonia, Chipre, Bélgica, Suecia, Hungría, Alemania y España.
Los resultados, publicados en la revista Public Health Nutrition,confirman que los padres con menos estudios dan a sus hijos alimentos ricos en azúcares y grasas con más frecuencia que quienes poseen estudios superiores, que les dan de comer más productos de alta calidad nutricional, como verduras, frutas, pasta, arroz y pan integral.
“Las mayores diferencias entre familias de distintos niveles educativos se observaron en el consumo de frutas, verduras y bebidas azucaradas”, explica Juan Miguel Fernández Alvira, autor del trabajo e investigador de la Universidad de Zaragoza. Y, según los investigadores, conlleva que los niños procedentes de estratos socioculturales menos favorecidos tienen más riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad.
“Los programas de prevención de la obesidad infantil a través de la promoción de una alimentación saludable deberían abordar de manera especial y específica aquellos grupos socioeconómicamente desfavorecidos, con el objetivo de minimizar las desigualdades de salud”, concluye Fernández Alvira.
Nutrición en la infancia
De los dos a los catorce años, los niños están en periodo de crecimiento, y sus exigencias de energía y nutrientes son máximas. No obstante, la Organización Mundial de la Salud alerta de la importancia de controlar su alimentación, puesto que alrededor de 40 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso en 2010. En realidad, las recomendaciones para los niños mayores de dos años no son muy diferentes de las que se aplican a los adultos: cereales, frutas y verduras, productos lácteos, carnes magras, pescado, aves, huevos y frutos secos.
Como padres, debemos procurar una alimentación variaada a nuestros hijos y no usar la comida como un método para premiar o castigar un comportamiento concreto. A estas edades, por otra parte y según los expertos, pueden decidir qué porción tomar, siempre y cuando los alimentos sean sanos y nutritivos.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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