Hungry Heidi está lista para comer en Melbourne
16/03/2013
Sebastian Vettel no necesita sólo un buen bólido para ser campeón del mundo de Fórmula 1. Después de tres títulos consecutivos, el alemán sigue siendo fiel a su receta del éxito: mirar hacia sí mismo, no dejarse distraer con las maniobras de sus rivales y, sobre todo, calma y silencio.
Este año, Vettel pilotará a «Hungry Heidi», el nombre con el que ha bautizado al Red Bull RB9. La «hambrienta Heidi» sucede a «Kate», «Randy Mandy», «Luscious Liz», «Kinky Kylie» y «Abbey», los nombres con los que se dirigía Vettel a sus antiguos bólidos.
Al piloto de Red Bull le gusta sumergirse en su finca de Suiza para disfrutar de la tranquilidad. Vettel, de 25 años, se aisla en su casa antes de que empiece la tormenta para ordenar sus pensamientos. «Aprendí que necesito distancia para regenerarme mentalmente y para recargar energías», dijo Vettel, que el domingo comenzará la defensa de su tercer título mundial en el Gran Premio de Australia.
Ganó el Mundial en 2010, 2011 y 2012. Ahora busca el cuarto consecutivo, algo que sólo lograron antes su ídolo de la infancia, su compatriota Michael Schumacher, y Juan Manuel Fangio, aunque el argentino lo hiciera en distintos equipos. Vettel está capacitado para conseguirlo. Con 26 años se convertiría además en el piloto más joven en ganar cuatro títulos. Además, tendría cuatro trofeos en su vitrina en apenas 120 carreras, un balance capaz de eclipsar a cualquiera.
Pero Vettel es el primero al que no le gusta adelantarse a los acontecimientos. Su lema es ir carrera a carrera. Y antes de cada una de ellas hay una clasificación. Hay que ir paso a paso. Vettel, que es el primero en hacer autocrítica cuando pierde, encontró desde hace tiempo la senda del éxito. Y Red Bull deja a su piloto estrella el espacio que necesita. «De lo contrario, no podría tener esa fuerza mental», señaló una vez su mentor deportivo y director de Red Bull, Helmut Marko.
Vettel necesita descansar en su finca de Suiza. Sólo así logró el hijo de un carpintero reinar en la máxima categoría del motor poco tiempo después de su debut, el 17 de junio de 2007 en Indianápolis. Sólo así, con silencio, logró dar el salto de Toro Rosso a Red Bull -del equipo B al equipo A- para convertirse en el más joven en ganar uno, dos y tres campeonatos. Sólo así celebró 26 victorias, 36 poles y 46 podios hasta la fecha. Y sólo de esta manera se ganó el adjetivo de «único» por parte del dueño de su escudería, Dietrich Mateschitz. Y sólo si sigue así, continuará subiendo a los podios.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
Más recientes