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María de Villota: «Nunca pensé que iba a estar tan eufórica conduciendo un utilitario»


La piloto y la firma Duran han recaudado con su pulsera solidaria los 1.000 primeros tratamientos en ayuda a niños con enfermedades neuromusculares


Maria de Villota y la joyería Duran lo tenían claro hace mucho tiempo, querían llevar a cabo un proyecto benéfico juntos, pero no sabían como encauzarlo. La firma de joyas (patrocinador de Villota) confía en la piloto de Fórmula 1 desde sus inicios en la categoría reina, y esta a su vez tiene depositada toda su ilusión en la Fundación Ana Carolina Diez de Mahou desde el pasado octubre. Pero el empujón llegó en forma de golpe, el que recibió María el tres de julio del pasado año en el aparatoso accidente que sufrió a manos de su monoplaza en Duxford.


El lamentable incidente acabó con la pérdida del ojo derecho de la joven, pero no con su perseverancia y su «cabezonería», como ella misma denomina a su ejemplar actitud. Este trance y su posterior convalecencia le sirvió de especial motivación. «Desde el accidente vivo en un momento de claridad, te vuelves más empática, te humaniza y te vuelves tambien más sensible», afirma la joven.
Pero la alegría de María y su familia ante su recuperación se vio truncada por la trágica noticia de un hijo de su primo. Javi, de tan solo tres años moría a causa de una enfermedad neuromuscular. «Me quedé aterrada, muy afectada, me preguntaba por qué yo y no Javi», se lamentaba afirmando que ante eso «tenía que hacer algo».
Entonces surgió la idea, una pulsera solidaria con la estrella de María de Villota hecha por la joyería Duran. El talismán que la acompañó en cada carrera desde su casco. Ahora la suerte, sin despegarse un ápice de María, iluminará la de los más necesitados, porque todo lo recaudado (100%) va directamente a la fundación Ana Carolina Diez de Mahou. Gracias a ello ayer anunciaron que ya han podido dar 1.000 tratamientos de fisioterapia motórica. La única posibilidad de ayudar a la calidad de estos niños, que sufren esta dolencia degenerativa. Así lo ratifica María, que ha tenido la oportunidad de comprobarlo ella misma.
-¿Tiene algún proyecto futuro?
Mi objetivo es no perder esa sensibilidad que me ha dado toda esta circuntancia en mi vida. Seguir ayudando a esos niños y a la fundación Ana Carolina Diez Mahou. Aunque tampoco quiero perder esa estela que me he abierto en el automovilismo. Hacer que las chicas que quieran llegar a la Fórmula 1 tengan una posibilidad.
-¿Cree usted que llegar lejos en el automovilismo es más difícil al ser mujer?
Creo que llegar a la Fórmula 1 es muy difícil, seas hombre o mujer indistintamente. Pero tenemos que romper con algo tan básico como es la creencia que tenemos las propias mujeres de que no podemos hacer algo. A veces me pregunto como es posible que una niña pequeña pueda creer que no puede llegar a ser por ejemplo piloto de Fórmula 1. ¿Por qué?. Una vez que contemplé una conversación en la que un niño le explicaba a una niña que yo era piloto de Fórmula 1 y ella no podía creérselo. Y es normal, porque sin darnos cuenta y a causa de la sociedad, la niña piensa que eso no puede ser posible. Eso es lo que no puede ser. Otra cosa es que luego el trabajo y el talento sea lo que lo determine, pero que al menos si una niña le gusta, que piense que ella puede hacerlo posible. Eso es lo que tiene que cambiar, por eso en la Comisión de la Mujer en el Mundo del Automovilismo queremos llevar a cabo varias acciones para ayudar a que no se olvide a la mujer en el mundo de este deporte.
-¿Ha vuelto a coger el coche después del accidente?
He vuelto a conducir (¡por fin!) mi coche de calle la semana pasada. Porque al principio te retiran el carnet por la visión monocular y luego te lo devuelven.
-¿Cómo se sintió?
Sentí una sensación de libertad. Nunca pensaba que iba a estar tan eufórica conduciendo un utilitario. Y eso que simplemente lo utilicé para hacer tranquilamente unos recados. Es como reencontrarme de nuevo conmigo misma.
-Con el aparatoso accidente que sufrió, ¿cree que tendrá el valor de subir de nuevo a un monoplaza?
Estoy deseando subirme a un coche de carreras. Lo haré, aunque todavía no se cuándo porque estoy pendiente de lo que me digan los médicos. Lo haré de forma personal. Profesionalmente prefiero estar embarcada en estos proyectos que comentaba antes. Siento que todo esto me ha pasado porque yo tenía que estar aquí y haciendo esto. Pero a nivel personal, la adrenalina forma parte de mi vida y lo haré de manera amateur. No sé si en un futuro de una forma más allá, pero de momento no.
-Estas circunstancias le habrán hecho ver la gran cantidad de gente que se preocupa por usted. ¿Quién ha sido su mayor apoyo?
Tengo muchos apoyos, pero los que han sido mi bastón han sido mis hermanos Emilio e Isabel y también mis padres. Por otro lado está mi novio Rodrigo, que desde el primer momento cogió un avión y se fue donde yo estaba. Que estuviera conmigo incondicionalmente fue muy importante, teniendo en cuenta lo que es para una mujer con secuelas. Eso significa mucho para mí. También mi representante Arantxa que ha pasado del terreno laboral a ser una tremenda amiga. Incluso amigas mías del colegio que cuando volví estaban todas con herpes y ojeras, lo pasaron muy mal. Entonces me dí cuenta de que la gente que te quiere está siempre ahí.
-¿Hay alguno que le sorprendiera?
También ha habido grandes sorpresas, como en la Fórmula 1 pasé un poco desapercibida. Cuando estaba allí yo quería que me valorarán como piloto y no como mujer, entonces no hice muchos amigos. No por nada, sino porque yo estaba más metida en el box y no iba a fiestas… Lo único que quería era empaparme bien y correr, no quería que nadie se confundiera. Pero la respuesta del padock fue increíble. Yo pensaba que podrían estar un poco reticentes por haber abordado la categoría reina una mujer. Y en cambio me sentí como una igual, tuve su respeto. Aunque me hubiera gustado ganármelo como una igual en el asfalto. Pero sentí su cariño desde el hospital cuando llevaron la estrella en su casco en el Gran Premio de Silverstone.
-¿Si volviera para atrás, seguiría apostando por ser piloto?, o se dedicaría a otra cosa
Hubiera sido inevitable, porque ha sido mi pasión. Además creo que todas las circunstancias duras por las que he pasado en mi carrera, por ser un deporte tan difícil, tan competitivo, tan de hombres, me ha curtido. Todo eso me ha hecho bien en un momento en el que mi vida corría peligro, toda esa experiencia, toda esa cabezonería me ha ayudado para salir adelante. Porque los médicos dicen que si no hubiera llegado en el estado físico que llegué, quizás hoy no hubiera estado aquí.
-¿Qué le diría a las personas que están viviendo un momento similar?
Hay que marcarse objetivos muy pequeños, tareas muy pequeñas. Son tus pequeños triunfos diarios. Algo tan simple como levantarse y dar un paseo cuando te duele todo el cuerpo. Ponerle un poco de sentido del humor te ayuda a cambiar las situaciones esperpénticas en algo más amable. Hay que ser optimistas porque todo siempre va a mejor. Tenemos que estar muy agradecidos por lo que tenemos. Hay que aprovechar mucho el día a día.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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