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Wildfox Couture, made in L.A.

A veces, solo a veces, encuentras una marca de moda que tiene un universo completo que puede ser visto en 360º. Es decir, se pueden encontrar palabras muy concretas que definan su estética, pero también es posible hacerlo a través de una canción, una película o un lugar.Wildfox Couture es una de ellas. Podríamos definirla como candynaïf, sexy y un poco salvaje. Pero también puede ser el estribillo pegadizo de You drive me crazy, de Britney Spears; la frescura misteriosa de Las Vírgenes Suicidas, de Sofia Coppola, y un atardecer en Venice Beach.
Wildfox Couture nació en Los Angeles cuando dos amigas de la infancia, Kimberley Gordon y Emily Faulstich, tuvieron una corazonada una noche como otra cualquiera. Kimberley nos lo cuenta vía e-mail desde el estudio de la marca: “Tuvimos la idea una noche en casa de Emily. Llegó a nosotras como una descarga de electricidad, fue una sensación increíble, era como si supiéramos que teníamos que hacerlo”. Y así, con un chispazo inexplicable nació Wildfox Couture, una marca de camisetas en su origen, probablemente la prenda más californiana de la historia. La primera colección, compuesta por doce modelos en dos colores, se presentó en una feria independiente de Las Vegas con chicas bailando hula hoops y arrasó desde el primer momento. “Las camisetas son cómodas pero también son chic, pueden hacerte sentir segura de ti misma y sexy tanto por la noche como tumbada en la cama de tu novio con una más holgada. Las camisetas con mensajes son una buena manera de empezar conversaciones”, reflexiona Kimberley acerca del éxito de una prenda tan, en principio, prosaica.
Una vez decidida qué prenda había que decidir qué estética. Una vez más Los Angeles estaba ahí detrás, como un tótem inabarcable y absorbente. “Me mudé a California desde Inglaterra e inmediatamente me atrapó el estilo de vida. Todo el mundo va descalzo y siempre hace buen tiempo, puedes acampar en tu jardín trasero y comer helados todos los días, si conduces por la costa puedes ver a los surfistas en el océano y constantemente conozco a gente inspiradora y cálida”, confiesa Kimberley. Y todas esas cosas que ella adora de la ciudad están en cada uno de sus diseños.
Wildfox Couture
El estudio de la marca en Los Angeles.
Foto: © Cortesía de Wildfox Couture
Así es el universo Wildfox Couture: un mundo que no se explica con palabras, sino en forma de fotografías, visiones y recuerdos. De ahí que cuando le preguntemos a Kimberly qué tipo de cosas le inspiran responda: “Me encantan las chicas con resaca, descansando en una gran casa con restos del maquillaje de la noche anterior”. Una situación muy concreta que, sin embargo, no podía ser más reveladora. Quizá es esa querencia por lo glitter y lo estudiadamente desganado la que hace que sus camisetas sean una extraña mezcla de inocente candidez y fresca sensualidad, una descripción de lo más extraña que Kimberley nos ayuda a comprender: “No creo que sea nada intencionado, creo que es un reflejo de mi personalidad que es la de una niña de 14 años que está a punto de cumplir 30”.
De nuevo la perspectiva 360º, de nuevo Wildfox como un concepto, como un lugar, como un estado de ánimo, como una canción también. “Me encanta el rock clásico, es mágico imaginar a las groupies y el amor libre de los 70´s. Me gusta pensar en Woodstock y lo épico que habría sido estar ahí. Sin embargo no escucho ese tipo de música todo el rato, sobre todo oigo música pop, adoro a Justin Bieber y a Britney”. De hecho Kimberley comparte nombre y apellido con la bajista de Sonic Youth. Coincidencias que parecen premonitorias y cultura pop a borbotones.
Wildfox Couture
Imagen de la recién estrenada colección crucero de la firma, ‘Granny´s closet’.
Foto: © Cortesía de Wildfox Couture
Con un Twitter cargado de consignas tipo “las chicas más felices son también las más guapas”, “Cura Wildfox para los lunes: planificar un viaje imaginario a París, comer éclairs para el desayuno, besar…” o “Todo es más divertido cuando estás con tu mejor amiga”, parece claro que la filosofía Wildfox abarca mucho más allá que unas frívolas camisetas, su estética es como un mantra vital que se extiende a todo lo que hacen. En la web de la firma hay un blog, I love wildfox, que recoge la inspiración de cada campaña, pero además Kimberly tiene otra página personal, We dream of ice cream, que es una suerte de diario “para ayudar a la gente a comprender el poder del femismo o para que me pregunten lo que quieran”, como reconoce la autora, y donde podemos encontrar las delicadas ilustraciones que realiza siempre con acuarela y siempre en colores románticos, como sacados de una merienda de Maria Antonieta.
¿Y qué prendas lleva una chica que diseña para aquellos que creen en el amor y en ellos mismos? Kimberley responde: «Me encanta Katie Gallagher por su estilo gótico y Erin Fetherston por sus etéreos looks de ensueño. También adoro a Sonia Rykiel y Chloè, todo lo que sea mágico, como de cuento… ¡todo lo femenino!”, y añade, “últimamente visto prendas de Katie Gallagher y muchas capuchas, también adoro los calcetines altos, llevar calentadores negros sobre las medias, las gabardinas amplias y negras, los vestidos largos y cualquier cosa de color melocotón”. 




Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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