Mujeres en el deporte: la evolución del lenguaje mediático
Con la proximidad de los Juegos Olímpicos que se llevarán a cabo en la ciudad de París, Babbel revela en un estudio, el lenguaje empleado en los medios de comunicación franceses en torno a las mujeres y el deporte en los últimos 30 años.
Buenos Aires, 28 de mayo de 2024.- A medida que se aproxima la competición deportiva mundial más esperada del año, Babbel, la plataforma premium de aprendizaje de idiomas para la vida real, presenta un estudio que analiza cómo ha evolucionado el lenguaje mediático en relación con las mujeres en el deporte durante los últimos 30 años.
Aunque las mujeres han estado autorizadas a participar en los Juegos Olímpicos desde 1928, no fue hasta las décadas de los 80 y 90 que se observó un aumento significativo en su tasa de participación y, en consecuencia, en su visibilidad mediática. El equipo de expertos lingüistas de Babbel examinó de cerca el tratamiento mediático de estas atletas mediante el análisis de una selección de artículos de la prensa generalista francesa desde 1992 hasta la actualidad, destacando una evolución significativa que refleja los cambios en nuestra sociedad contemporánea.
«El lenguaje no es solo un medio de comunicación; también es un reflejo de nuestra percepción del mundo y de quienes lo habitan. La forma en que hablamos de las mujeres en el deporte no solo revela nuestras actitudes hacia ellas, sino también nuestra voluntad colectiva de reconocer y valorar sus contribuciones y logros», explica Sophie Vignoles, Jefa de Aprendizaje de Contenido de Babbel. «Mientras que el vocabulario utilizado en la década de 1990 podía ser relativamente neutro, ha ido evolucionando gradualmente para adaptarse a los cambios en la sociedad. Este cambio refleja la transición de un simple reconocimiento de su presencia a una reflexión más crítica y profunda sobre los desafíos de la igualdad y la inclusión en el deporte.»
Desde el lenguaje infantilizado y de género hasta el reconocimiento de las actuaciones deportivas
Según los lingüistas de Babbel, durante las décadas de 1990 y 2000, el lenguaje empleado para describir a las atletas femeninas solía ser frecuentemente infantilizado y connotativo de género. Términos como «fille» (niña) o «descente dames» (descenso de damas) eran comúnmente utilizados, a veces reduciendo la percepción de las deportistas a una imagen menos seria y competitiva. Estas expresiones reflejaban a menudo una visión estereotipada de las mujeres en el deporte, confinándolas a roles asociados tradicionalmente con la feminidad. Por ejemplo, las esquiadoras frecuentemente eran descritas como «coureuses» (corredoras) o «misses» (señoritas), términos que podían minimizar sus logros deportivos y reforzar normas de género preestablecidas, relegándolas así a un papel secundario. Mientras tanto, a los hombres se les describía más a menudo como «champions» (campeones), «stars» (estrellas) o «phénomènes médiatiques» (fenómenos mediáticos), en claro contraste con los adjetivos utilizados para las mujeres.
A lo largo del tiempo, y especialmente desde el inicio del milenio, la plataforma ha observado una evolución positiva hacia el uso de terminología más valorativa y respetuosa. Los medios de comunicación comenzaron a reconocer los logros deportivos de las mujeres utilizando términos como «Championne» (Campeona) o «Femme des Jeux Olympiques» (Mujer de los Juegos Olímpicos), destacando sus actuaciones deportivas de manera más elogiosa. Finalmente, desde la década de 2010, las deportistas son reconocidas en su justa medida con el uso más frecuente del término «sportives professionnelles» (atletas profesionales). Esta evolución lingüística refleja una creciente conciencia sobre la importancia de reconocer los logros individuales de las deportistas, independientemente de su género.
Una conciencia colectiva hacia una redefinición más inclusiva y equitativa en el deporte
Según el análisis de Babbel, la evolución de las mentalidades hacia el reconocimiento de las mujeres en el deporte ha allanado el camino para una reflexión social más profunda. Desde la década de 2010, el discurso mediático ha adoptado un enfoque más analítico y crítico, reflejando una conciencia creciente sobre las persistentes desigualdades en el ámbito deportivo. El uso de términos como «sous-représentation» (subrepresentación) y «bastion du sexisme» (bastión o baluarte del sexismo) resalta los desafíos a los que se enfrentan las mujeres para acceder a oportunidades iguales en diversos aspectos de sus vidas, incluido el ámbito deportivo. Sin embargo, a pesar de estos avances, las deportistas a menudo siguen siendo reducidas a su identidad de género, como sugieren términos como “section féminine” (sección femenina) o “carrière sportive des femmes” (carrera deportiva femenina), e incluso formulaciones redundantes como “entraîneuses femmes” (entrenadoras mujeres). Esta evolución del lenguaje mediático no solo refleja una conciencia creciente de los problemas de igualdad de género, sino también subraya la importancia de cuestionar las normas sociales y las estructuras institucionales discriminatorias.
Desde 2020, se ha observado un cambio de paradigma, con el lenguaje mediático evolucionando hacia una perspectiva más inclusiva y equitativa. Los medios de comunicación ahora abordan también las cuestiones relacionadas con la integración de personas transgénero e intersexuales en el deporte. Términos como «athlètes intersexes» (atletas intersexuales), «athlètes transgenres» (atletas transgénero) e «inclusion et équité» (inclusión y equidad) se utilizan cada vez más, reconociendo la diversidad de identidades de género en el deportive. Esta evolución ilustra una reflexión creciente sobre la necesidad de crear entornos deportivos que sean verdaderamente inclusivos y equitativos para todas las personas, independientemente de su identidad de género.
Desafíos en la cobertura mediática de las deportistas en Argentina
En Argentina, la situación es similar a otros contextos internacionales: la cobertura de los deportes femeninos sigue siendo escasa. Por ejemplo, durante la Copa América 2022 de fútbol femenino, solo tres periodistas argentinas fueron acreditadas para cubrir el torneo, y un único medio argentino adquirió los derechos de transmisión para la fase de grupos. La Televisión Pública transmitió únicamente la semifinal y el partido por el tercer puesto. Además, en la historia de la revista deportiva más emblemática del país, El Gráfico, de 1919 a 2018, de sus 4.489 portadas, solo 300 fueron protagonizadas por mujeres.
Desigualdades en el trato mediático: Ejemplos de sesgo de género en la cobertura deportiva Argentina
Nombrar a las mujeres por su nombre de pila cuando a los varones se los reconoce por el apellido. Por ejemplo: cuando se refieren a Guillermo Vilas como “Vilas” y a la tenista Gabriela Sabatini como “Gabriela” o “Gaby”. Esto puede sugerir que el único ámbito admisible para las mujeres es el familiar e íntimo.
Referirse a las mujeres como “las chicas”, independientemente del deporte, su edad o categoría. Un ejemplo de esto es llamar a las jugadoras del seleccionado nacional de hockey, “Las Leonas”, como “las chicas del seleccionado de hockey”. Este tratamiento desvaloriza a las mujeres mediante el paternalismo y la condescendencia, minimizando sus individualidades y logros.
Mirada androcéntrica en el deporte. A menudo se escucha que una futbolista talentosa es “la Messi femenina”, implicando que el estándar de comparación y el referente universal en el deporte son los varones.
Según el informe “Igualdad de género en los medios deportivos” de la UNESCO en 2018, el 40% de los participantes en los deportes son mujeres, pero solo reciben cerca del 4% de la cobertura mediática. Además, esa cobertura limitada a menudo objetiva o degrada, a las mujeres, enfocándose más en su aspecto físico, su vida familiar y amorosa que en su capacidad atlética.
En 1924, las mujeres representaban solo el 4% de todos los atletas olímpicos. Hoy, muchas mujeres atletas compiten regularmente y alcanzan niveles de élite. Un siglo después, se espera que los Juegos Olímpicos de París 2024 logren por primera vez en la historia olímpica un pleno equilibrio de género en el número de participantes.
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Acerca de Babbel
Babbel opera un ecosistema de experiencias de aprendizaje de idiomas en línea interconectadas y está impulsado por el propósito de crear entendimiento mutuo a través del lenguaje. Esto significa crear productos que ayuden a las personas a conectarse y comunicarse entre culturas. Los productos Babbel App, Babbel Live, Babbel Podcasts y Babbel for Business se centran en el uso de un nuevo lenguaje en el mundo real, en situaciones reales y con personas reales. Y funciona: estudios realizados por lingüistas de instituciones como la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad de Yale y la Universidad de la Ciudad de Nueva York demostraron la eficacia de los métodos de aprendizaje de idiomas de Babbel.
La clave es una combinación de humanidad y tecnología. Babbel ofrece más de 60.000 lecciones en 14 idiomas, elaboradas manualmente por casi 200 expertos en didáctica, con comportamientos de los usuarios analizados continuamente para dar forma y modificar la experiencia del alumno. Esto da como resultado contenido interactivo en constante adaptación con clases en vivo, juegos, podcasts y videos que facilitan la comprensión de un nuevo idioma, desde español hasta indonesio.
El equipo de Babbel es tan diverso como su contenido. Desde su sede en Berlín y su oficina estadounidense en Nueva York, 1.000 personas de más de 80 nacionalidades representan los orígenes, las características y las perspectivas que hacen que todos los seres humanos sean únicos. Babbel vendió más de 16 millones de suscripciones creando una verdadera conexión con los usuarios.
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Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial