Salud

Infertilidad: las cuatro etapas durante la búsqueda de un embarazo

Foto Alex Green

 

  • IVI Buenos Aires lanzó una guía de apoyo emocional para personas en tratamiento de reproducción asistida
  • Impacto, rabia, desesperación y aceptación son las etapas que atraviesan las personas con problemas de fertilidad

Si bien la mayoría de las personas que desean lograr un embarazo hace la transición a la maternidad y paternidad de forma natural, y esto es en general lo que todos esperan, cerca del 10% a 15% de las parejas afrontan dificultades para lograrlo. Particularmente en Argentina, el 20% de la población en edad reproductiva -entre 18 y 50 años- recurre a tratamientos de reproducción asistida. “Como en todos los aspectos de la salud, la salud reproductiva está íntimamente relacionada con la vida social y, en algunos casos, con la realización personal. Cuando se ve afectada, se genera una carga emocional que requiere atención”, señaló la Lic. María Villamil, responsable de la Unidad de Apoyo Psicológico de IVI Buenos Aires. Desde IVI Buenos Aires lanzaron una Guía de Apoyo Emocional, para aquellas personas que se encuentren atravesando un tratamiento de reproducción asistida y necesiten un acompañamiento. Es de descarga libre y gratuita, a través de este link.

Al momento de llegar a un centro de reproducción asistida, es normal que aparezcan ciertos cuestionamientos. En este sentido, en el caso de las parejas, se trata de un obstáculo en común, no es culpa de ninguno de los dos, y que para superarlo no hay mejor opción que hacerlo en conjunto. “Cuando una pareja busca ayuda especializada, en una fase inicial, se encuentra con una serie de pruebas y análisis que tiene que realizar. En general las pruebas son más invasivas para la mujer, por lo que es muy importante que los dos miembros de la pareja participen y se apoyen”, explicó la psicóloga Villamil.

Las cuatro etapas

Si se trata de un diagnóstico de infertilidad, existen cuatro etapas que la mayoría de las personas que pasan por esta situación suelen atravesar:

-Impacto: es difícil aceptar que hay ciertas cuestiones que no podemos controlar, especialmente cuando se trata de nuestro propio cuerpo. La noticia siempre asusta en un primer momento.

-Rabia: al surgir sentimientos como el enojo o la ira, puede ser útil solicitar la ayuda de un profesional de psicología familiarizado con la reproducción asistida, para poder explorar y desarmar los sentimientos. “En la consulta se puede expresar todo lo que se siente, de forma abierta, y desarrollar estrategias para gestionar las emociones”, afirmó Villamil.

-Desesperación: si bien algunos pacientes tienen suerte en los primeros tratamientos, lo más normal es tener que pasar por distintas etapas, tratamientos y tener paciencia. Ante esta situación, puede aparecer una sensación de “túnel sin salida” y la incertidumbre sobre cómo atravesar el desafío.

-Aceptación: una vez que se asume la situación, y se acepta que es tan sólo un camino diferente al tradicional, surge la motivación para seguir adelante.

En este sentido, Villamil comentó que, en todas estas etapas, “es importante que quienes estén transitando el proceso lo hablen con sus parejas, o construyan una red de contención (como el caso de las madres solteras por elección), con la que compartan sus vivencias y cuando experimenten sensaciones, sentimientos y pensamientos complejos o difíciles de sobrellevar”.

Hábitos

En especial en las grandes ciudades, sabemos que el estilo de vida moderno tiene un gran impacto en la fertilidad y en la proyección de una familia. Al momento de buscar un embarazo, especialmente si se trata del inicio de un tratamiento de reproducción asistida, es necesario implementar un cambio en los hábitos, principalmente, de alimentación y de consumo, de tabaco y alcohol. Un pilar importante en el cambio de hábitos es la práctica de actividad física.

“Los pacientes puedes ser aconsejados a que reconsideren su estilo de vida e introduzcan cambios en su conducta, que pueden tener un impacto positivo en su bien estar general y en el día a día”, relata Villamil, y agrega que “sin embargo cada familia sabrá y podrá decidir cómo gestionar el estrés y las emociones de un modo más eficaz, y para esto puede ser de gran ayuda un seguimiento y acompañamiento psicológico particular”.

Para hacer frente al estrés y a la ansiedad diarios, y también al causado por los tratamientos, puede resultar bastante útil desarrollar y practicar algunas técnicas de relajación física, como la técnica de mindfulness o la relajación muscular progresiva. La implementación de estos cambios y la utilización de estas estrategias puede exigir tiempo y motivación, pero es importante darle lugar.

Mantener el foco en la vida cotidiana

“Es importante que la infertilidad y los tratamientos no se conviertan en el único foco del día a día de los pacientes y que, principalmente, mantengan sus intereses y actividades diarias, y especialmente los placeres y actividades que signifiquen la realización personal por fuera del proyecto de familia”, señaló Villamil.

En paralelo con la infertilidad, las personas en un tratamiento de reproducción asistida deben enfocar sus vivencias y objetivos en otras áreas significativas de sus vidas. La vida social, profesional y de ocio siguen, y son momentos claves para recordar, en el caso de las parejas, lo que les hacía sentir unidos y cercanos antes de que desearan tener un hijo.

Por último, la especialista remarcó que, si bien el estrés es una causa de la imposibilidad de lograr un embarazo, a la vez “es más probable que la ansiedad surja por no poder quedarse embarazada, que por la dificultad de lograr el embarazo a causa del estrés diario”.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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