Moda

Todas las claves para imitar los códigos y los tips de estilo de las mujeres más cool de Europa

Cómo parecer una auténtica milanesa

Galería Corso Como, Inaugurado en 1990 por Carla Sozzani, hermana de...

Galería Corso Como, Inaugurado en 1990 por Carla Sozzani, hermana de Franca Sozzani, en lo que fuera un antiguo palacio, fue primero una vanguardista galería de arte para reconvertirse después en una de las concept store que revolucionó el planteamiento tradicional de tienda. Con su apertura, el barrio de Brera, se transformó en un universo particular con un ambiente creativo, cosmopolita y muy heterogéneoTELVA

  • Vis Molina

¿Quieres imitar los caprichos, tips de estilo y hasta las neurosis de las mujeres milanesas más esnobs? Cómprate un teckel y llámale Pietro; vístete de gris antracita, verde menta o beige biscuit; luce iniciales en tus prendas y no logos y reserva la noche de los jueves para recibir en casa (con peonías ¡por favor!). La milanesa high class tiene sus códigos. Así que si quieres suplantarla, aunque sólo sea un poco, lee con atención lo que nos ha contado la periodista Michela Proietti en La Milanese.

Cuando llegué a Milán para estudiar la carrera, -me cuenta Michela Proietti, periodista de Il Corriere della Sera– me quedé en shock ante la elegancia y el espíritu cosmopolita de esta ciudad. Salía a la calle y no podía dejar de mirar a un lado y a otro. La gente iba cool a cualquier hora, los cafés eran como templos y las tiendas para quedarse a vivir en ellas. Es verdad que Milán no tiene la monumentalidad de Roma o el increíble patrimonio artístico de Florencia y Venecia, pero te conquista sin remedio y, cuando llevas un tiempo aquí, es imposible abandonarla».

Proietti nació en Perugia pero se siente milanesa de adopción desde hace más de veinte años. Y es que, como ya dijo Inès de la Fressange, no hace falta haber nacido en París para tener el estilo de una parisina y sentirse y comportarse como tal. Y eso mismo es aplicable a la capital lombarda. Así es que, con la intención de plasmar en un libro todo lo aprendido sobre la ciudad que tan bien la acogió y lo inspiradora que le resulta la mujer milanesa más chic, se puso a escribir La Milanese (Solferino), a medio camino entre el ensayo costumbrista, manual de estilo y guía de lo mejor y más esnob de Milán. Aquí están algunos de los tics más representativos del estilo de vida de mujeres tan especiales como estas milanesas deluxe, muy bien representadas por nombres como Franca Sozzani, Miuccia Prada, Gae Aulenti, Laura Poretti o Manuela Pavesi.

PEONÍAS, SIEMPRE

. «Lo de la milanesa con la peonía es un amor exaltado y pasional que no tiene visos de extinguirse, sino más bien todo lo contrario. Si quieres conquistar a una suegra milanesa, felicítale el cumpleaños con peonías. Si quieres agradecer a una amiga milanesa la invitación a una brillante serata, regálale peonías. Y si quieres que tu casa se parezca al sofisticado salón de una milanesa coloca unos cuantos ramos de peonías en puntos estratégicos. Eso sí, nunca mezcles las blancas con las rosadas».

LA VIDA EN BEIGE.

«Camel, arena, tostado, biscuit… Cualquier matiz es válido siempre que no se escape de la gama del beige, ese tono por el que la buena y auténtica milanesa pierde el sentido. Y, ¿por qué? Sencillamente porque es un tono silencioso. Y es que la milanesa rechaza llamar la atención y, a sus ojos, no hay nada más vulgar que ser estridente. Por eso la verás siempre en tonos chocolate, berenjena, antracita, hielo, menta, vino y, por descontado, negro o beige».

MALGASTAR ES DE HORTERAS.

«Una milanesa de «bien» nunca despilfarra, sencillamente porque eso no va en el código de barras de la auténtica burguesía lombarda. Despilfarrar es de hortera, y ser ostentoso no tiene pase. Probablemente ese bolso que deja con descuido sobre el sofá (nunca en el suelo, ¡la verdadera milanesa es supersticiosa!) sea de Bottega Veneta porque lo ha heredado de su madre o lo recibió como regalo en algún aniversario de boda. Pero fíjate bien en su cárdigan de cuello vuelto o en su gabardina. ¿Te apuestas algo a que son de alguna marca low cost? Entre ellas: Zara, Uniqlo y Mango, su favoritas».

CON LUPA.

«Toda milanesa que se precie tiene alguna alergia, fundamentalmente a un tejido. Por eso lee y revisa con extrema atención las etiquetas de cualquier prenda y muestra su debilidad por los tejidos nobles como cashmere, seda, lino, batista o algodón. De ahí también que use siempre cosméticos y maquillajes hipoalergénicos».

NO AL LOGO.

«Nada más despreciado en la capital lombarda que ir luciendo logos, sobre todo si no son de marcas italianas. En cambio, toda aquella mujer que luzca sus iniciales en algún bolso, billetero o similar, será observada con mucho respeto. Por cierto, dicen que el truco inconfundible para identificar a un milanés en una estación o aeropuerto es chequear su bolso de viaje. Si está personalizado y es de My Style Bags no hay duda: ¡nació en Via della Spiga y fue bautizado en el Duomo, como mínimo!»

POR SUS PIES LA CONOCERÉIS.

«La milanesa elegante sólo lleva tacones para un almuerzo o cena, y siempre serán de Malone Souliers y nunca de Louboutin. Durante el día recurrirá al mocasín de Tod’s, a la bota Hunter o a la bailarina Mia Moltrasio».

SU MEJOR AMIGO.

«Es, sin duda, un teckel (bassotto). Suelen tener a pares o a tríos, y siempre se les ponen nombres de persona: Silvano, Pietro, Ursula, Margueritta»…

SIEMPRE EN SU BOCA.

«Challenging se ha convertido en el vocablo más usado por cualquier milanesa de pro. Invitar a cenar al socio de tu marido es challenging, llevar turbante en vez de sombrero puede resultar muy challenging, al igual que cambiar repentinamente de chica de servicio es un momento challenging un tanto o muy perturbador».

RECIBIR EN JUEVES.

«La milanesa recibe mucho en casa y siempre en jueves por la noche, ya que los viernes, suele huir de la ciudad para irse a la playa o a esquiar. Y entre las muchas cualidades de la milanesa está la de ser capaz de llegar del trabajo a media tarde y, en un momento, prepararlo todo para recibir a veinte personas esa misma noche en casa con estilo, elegancia y sin atisbo de estrés. No te la imagines entre fogones porque ella nunca traspasa el umbral de la cocina, pero su chica habrá preparado unos excelentes antipasti seguidos de un risotto o una pasta al horno, y todo resultará delicioso. Vajilla por supuesto de Richard Ginori y mantelerías de Loreta Caponi. A eso hay que añadir, y que quede entre nosotros, que entre los poquísimos defectos de la milanesa está el de no ser creativa ni vanguardista en la cocina. ¡Nadie es perfecto!»

PON UN BOW WINDOW EN TU VIDA.

«Vivir en un apartamento moderno a las afueras no es el sueño de una milanesa de pedigrí, sino que lo que ella prefiere es un piso antiguo y señorial en pleno centro, a ser posible asomado a esos maravillosos cortiles adoquinados. Indispensable, una bonita bow window en el salón o comedor».

PALABRA DE MIES.

«Todo el minimalismo del que la milanesa hace gala a la hora de vestirse (estilo sobrio, buenos tejidos, colores silenciosos, pocos complementos, todo ello siguiendo las consignas de Massimo Alba, el gran impulsor de la elegancia sin esfuerzo) desaparece cuando entramos en su hogar. Te encontrarás con una puesta en escena opulenta, cálida, acogedora, con un punto suntuoso a base de buenas alfombras, un suelo de época, una iluminación muy íntima y una sabia combinación de alguna pieza de diseño entre un mobiliario con solera procedente de la herencia familiar. ¿Algo que nunca falta en un hogar milanés high class? Un salón y un comedor grandes y confortables, muchos libros y una pared forrada con papel de Fornassetti, principalmente con motivos vegetales o animales».

MADRE SÓLO HAY UNA.

«Como buena italiana, la milanesa es una madre de familia atenta y cumplidora. Es profesional, hay pocas que no desarrollen alguna actividad, pero a pesar de eso lleva a sus hijos al colegio por la mañana y están muy pendientes de su educación y tiempo libre».

MOMENTO JOYA.

«Cuando coincidas con una milanesa mírale disimuladamente las muñecas. Verás que en la derecha lleva la pulsera Love de Cartier y en la izquierda un Rolex con la correa Jubilee. En el dedo anular derecho, el solitario que recibió de su marido. Y nada más, porque la sobriedad es un valor en la buena sociedad de Milán».

MANI-PEDI-PELU.

«Ella elige para las uñas Nail De Luxe o Violette Milano, que termina la manicura con un delicioso baño de violetas para manos y pies, y los colores favoritos son los porcelanas, sobre todo el Top Coat de Chanel. Las peluquerías elegidas son Puccio & Franco y Aldo Coppola, creador de la técnica shatush con la que se trata la melena castaña a base de unos reflejos muy naturales como los que aparecen después de un mes en el mar».

EL SHOPPING MÁS IN.

«Milán tiene muchas tiendas de diseñadores consagrados y emergentes, donde se visten las nuevas generaciones. Imprescindibles: Milaura Milano, Wait and See, Miki Thumb Milano, Mariza Tassy, Gallon, Imarika, Tearose, Biffi, Anna Ravazzoli, La Tenda di Via Solferino, JenniPie y, naturalmente, Massimo Alba».

EL CAFÉ, UNA RELIGIÓN.

«Observar en directo el ritual del café no tiene precio, así es que déjate caer sobre las 10 de la mañana por Cova, Saint Ambroeus, Marchesi, Sissi, Marotin, Taveggia, Pavé o Baunilla. Conocerás, en vivo y en directo, la exigencia que ha hecho famosa a la milanesa».

ETERNAMENTE RIVALES.

«Pocas cosas divierten más a las milanesas que describir las diferencias con su eterna rival, la mujer romana. Si te atreves, pregúntale a una nativa de la capital lombarda dónde está la diferencia y prepárate. Lo más suave que oirás será «se tiñen de rubias, el colmo de la vulgaridad», «se ponen a la vez todas sus joyas», «usan demasiados colores para vestirse», «no trabajan, se pasan el día en el gimnasio o tomando café con las amigas», «a las 9 de la mañana ya se han subido a los tacones», «llevan la manicura como nuestras abuelas», «nunca salen de casa sin maquillaje», «pasan el fin de semana en la ciudad», «la comida de un miércoles cualquiera dura en Roma lo mismo que el banquete de bodas de un milanés», etc… Y, lo peor, «se visten como les indica la dependienta. No saben interpretar la moda a su estilo».

COMIDA CON AMIGAS.

«Una buena manera de conocer la idiosincrasia de las milanesas con más charme es observándolas cuando se citan a comer en Il Gallo, Al Laguett, Torre (último piso Fondazione Prada), Luce y Paper Moon Giardino. Lo último es comer dentro de una floristería. Sí, has leído bien. Asómate a Il Fioraio Bianchi o Potafori y entenderás el significado de la palabra sofisticación».

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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