Turrón de almendras duro (y casero) para estas Navidades

Si hay un alimento que sea sinónimo de la Navidad, ese es, sin ningún lugar a dudas, el turrón. De chocolate, de yema, de miel, blando… hay muchos tipos, aunque si hay uno que suela gustar a todo el mundo, ese es el de almendras, con un punto duro y crujiente irresistible.

También conocido como turrón de Alicante, este pequeño manjar de color blanco se prepara con almendras enteras compactadas en una pasta de miel, que se recubre después con una oblea. Es perfecto para degustarlo, por ejemplo, después de la cena de Nochebuena, con una buena copa de champán o cava. O como aperitivo en el día de Navidad o Año Nuevo, acompañado de un té o un buen café… Aunque eso sí, recuerda tomarlo siempre con moderación debido a su alto contenido en azúcar. Si estas Navidades te apetece preparar un turrón de forma casera, mucho más natural, te alegrará saber que la receta que te proponemos a continuación es realmente fácil y sencilla. Sólo necesitas un par de ingredientes y menos de 30 minutos para darle forma. ¡Toma nota!

Ingredientes que necesitas:

• 250 gramos de almendras crudas
• 150 gramos de miel
• 150 gramos de azúcar
• 1 clara de huevo.

Para empezar, tuesta ligeramente las almendras crudas. Para ello mételas un par de minutos en una bandeja en el horno o muévelas en una sartén al fuego, sin aceite. Después, coloca una olla grande a fuego lento, y añade a ella el azúcar y la miel (cuanto mejor sea la calidad de este ingrediente, mejor será el resultado final). Mezcla los ingredientes para que se integren bien y retira la olla del fuego.

A continuación, monta un poco la clara del huevo con unas varillas eléctricas y después incorpórala, despacio, a la olla con el azúcar y la miel. Vuelve a poner la cacerola al fuego lento y remueve de nuevo todo (con una cuchara de madera) hasta que consigas una especie de caramelo. En este punto, puedes incorporar a la olla las almendras que habías tostado antes, enteras o cortadas a la mitad.

Remueve la mezcla de nuevo y viértela en un molde rectangular forrado con papel de horno. Alisa bien toda la superficie, quitando el exceso con un cuchillo, y déja el turrón enfriar. Al día siguiente, la tableta ya estará dura y firma, y el turrón, listo para ser degustado. ¡Te encantará!