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El arte de coleccionar: un viaje a universos personales / íntimos

 La situación excepcional que está viviendo la sociedad abre posibilidad de conocer las historias detrás de variadas colecciones de todo tipo como relojes, desde snow globes y los clásicos discos de vinilo.

Las colecciones son además de únicas y preciadas, una muestra de cariño y empeño de quien se ha dedicado durante mucho tiempo a un tipo de objeto en especial, con la meta de tener una gran y variada cantidad.

En este contexto, donde más personas permanecen en sus casas y buscan interactuar con otros a partir de compartir conocimientos y experiencias, los coleccionistas de todo el mundo tienen su lugar protagónico. A través de diferentes canales como redes sociales, abrieron las puertas de sus casas para presentar a todos sus seguidores estos universos personales que significan sus colecciones personales.

Así es el caso de Tomás Balmaceda, periodista, doctor en Filosofía y reconocido fanático de la cultura pop, quien además de atesorar objetos de reconocidas franquicias, como Star Trek y Masters of the Universe, es famoso por ser un gran coleccionista de algo único: los “snowglobes”, de los cuales ya tiene más de cien. Su colección arrancó hace cuatro años y con la condición que sólo compraría cada vez que viajara, algo que fue flexibilizando porque amigos que venían a su casa se interesaron por su colección y aportaron a la misma regalándole snowglobes cuando volvían de vacaciones.

Tomás asegura que el punto de quiebre para su coleccionismo sucedió cuando empezó a compartir en sus redes los globos que iba sumando. Eso hizo que muchos seguidores, a quienes no conocía personalmente, comenzaran a mandarle por correo snowglobes de los sitios donde vivían o que visitaban. Así llegó a tener globos de lugares lejanos como Malta y Mara o Sri Lanka. “Soy el primero en admitir que los snowglobes son feos. Pero creo que son feos en solitario, cuando uno los va reuniendo se forma una suerte de sistema que, como en toda colección, el valor total es mayor que el de la suma de sus partes”, asegura Tomás.

Para Luciano Banchero, periodista y co-conductor del programa radial “Sensacional Éxito” y co creador de la red de podcasts Posta, el aislamiento le permitió compartir con sus seguidores, a través de vivos en Instagram su colección de relojes Casio, G-SHOCK y BABY-G, que comenzó con un viaje a Japón, tres años atrás. “Estaba haciendo unas compras en la zona de Shibuya, cuando de pronto un pequeño objeto amarillo llamó mi atención inmediatamente, me arrastró como un imán y me instaló la sensación de «necesidad» de tenerlo”, reconoció.

Se trata de un BABY-G completamente plástico, de un color llamativo al que asegura tenerle un cariño inusitado, a tal punto que lo puede considerar su favorito. Gracias a “amor a primera vista” en Shibuya, cada vez que Luciano tuvo la chance de viajar se trajo un reloj Casio. De esa manera incorporó a su colección un modelo A168 dorado con camuflaje en el frente completamente transparente que le recuerda a una consola portátil Game Boy, que “codiciaba en mi infancia y nunca pude tener”, y el «top» de los que tiene: el modelo CA-53W, también conocido como «el de Marty McFly».

“Como vicioso de la cultura pop, los Casio están presentes en mi vida desde siempre, incluso desde antes de saber qué es un Casio y qué representan. Por eso, personalmente significan ese vínculo, esa conexión con las películas y las series que me gustan. Volver al Futuro es una de las primeras películas que amé desde chico. De alguna manera, mis Casio, G-SHOCK y BABY-G funcionan como una máquina del tiempo, igual que el Delorean, pero gastando menos plutonio”, asegura Luciano.

Para el argentino radicado en México Andrés “Rana Fonk” Medina, fanático de las series, películas y la música creador de la web spoilertime.com, el aislamiento le dio la oportunidad de compartir con sus seguidores su gran colección de discos de vinilo, que supera los 1700, que combina todo aquello que él ama.

La colección de Andrés tiene de todo tipo de géneros musciales y de soundtracks de películas, como Pulp Fiction, Casi Famosos o Drive. También es el fruto de viajes y mucho empeño en la búsqueda de ese objeto especial e incunable. Para él esta época de aislamiento y al estar todo el día metido en su casa, le permitió valorar aún más su colección y redescubrir incluso algunos discos que hacía mucho no escuchaba.

“Siempre que viajo por el mundo armo mi tour en base a tiendas de discos que puedo visitar. Estuve en tiendas de Rusia, Inglaterra, Holanda, España, USA, Japón y, obvio, México y Argentina. El viaje en el que más tiendas logré visitar fueron 17 tiendas en 15 días por toda la costa oeste de USA en 2013. Mi colección significa años de búsquedas, de alegrías, horas y horas de toda mi música favorita en formato físico, portadas de álbumes impresionantes en el tamaño para el que fueron realizadas”, asegura Andrés.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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