Con inteligencia y humor, “Chicas Católicas” nos sumerge de lleno en los primeros años de cuatro pequeñas, ahora mujeres, que recuerdan lo que significó crecer en un colegio religioso. Una comedia que invita a cuestionar tu propia vida con una mirada reflexiva y absolutamente humorística que parte del presente.

Sobre una puesta original de Alicia Zanca, el director Daniel Casablanca pone en evidencia en este hilarante relato como la educación religiosa provoca temores cuando somos pequeños. Mandatos y sentencias. Demasiada información, y a veces, hasta contradictoria. Junto con la nostalgia, la obra tiene la licencia de la memoria. La escuela primaria es un tiempo imborrable que nos ha marcado a todos. La percepción que tenemos en la infancia da lugar a ciertas exageraciones y deformaciones que nos permiten hacer un recorrido punzante por momentos particulares de nuestra propia vida cargado de humor.

En definitiva “Chicas Católicas”, con una perspectiva infantil, nos permite hacer una revisión sobre la religión, la educación y la familia. Nos transportaremos a nuestra propia infancia a través del crecimiento de estas niñas tan particulares. Su crítica humorística tiene a la obra en permanente vigencia a través de los años.