Cocina,  Salud

Tips para almacenar correctamente los alimentos

El Centro Terapeútico Dr. Máximo Ravenna también comparte información útil para evitar la contaminación cruzada e identificar productos en mal estado.

 

Llevar una alimentación equilibrada es fundamental, no sólo para vernos bien, sino para cuidar la salud. ¿Pero pensaste que la forma en la que almacenás o descongelás un producto también es importante? En el marco del Día de la Sanidad, que se conmemora el 21 de septiembre, la Lic. Liliana Grimberg, Nutricionista Dietista (UBA 978) y Coordinadora del área de Nutrición del Centro Terapeútico Dr. Máximo Ravenna explica que la correcta gestión de los alimentos es esencial para evitar la contaminación cruzada y garantizar una ingesta saludable.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la contaminación cruzada puede ser directa, por contacto entre los dos alimentos, crudo y cocido, por ejemplo en una heladera, o mediante goteo de líquidos procedentes de carnes crudas o pescados sobre alimentos ya listos para consumir. Decimos que es indirecta cuando se da a través de las manos del manipulador, que toca el alimento crudo contaminado y, a continuación, el cocinado o listo para consumir. Otros medios de contaminación cruzada indirecta son las superficies de trabajo como tablas de cortar, utensillos (cuchillos, batidoras) o trapos de cocina.

Además, hay que prestar mucha atención a la cadena de frío. Es por eso que se sugiere que, al ir a un comercio, se adquieran primero los productos que no necesitan frío, y recién en la etapa final de la compra se elijan los alimentos frescos y congelados, agrupándolos en el carro del supermercado de modo tal de mantener lo más baja posible la temperatura y utilizando el mismo procedimiento al colocar los alimentos en las bolsas al pasar por la caja.

En el caso de las carnes, es indispensable cocinarlas muy bien, no dejarlas nunca a medio cocer y consumirlas inmediatamente o refrigerar enseguida. Por otro lado, una guía muy simple es tener en cuenta siempre que los platos calientes deben mantenerse calientes y los fríos, bien fríos, ya que las bacterias se multiplican a temperatura ambiente y en los alimentos tibios, especialmente en las preparaciones que llevan leche, huevos, azúcar o carnes, por eso, éstas deben enfriarse inmediatamente.

Respecto a la leche, luego de  hervirla, si no se utiliza se deberá tapar y guardar en la heladera. Con relación al huevo, para reconocer si está en buen estado hay varias señales. Primero, no debe desprender ningún olor anormal. Otra alternativa es sumergirlo en un vaso de agua: si llega al fondo, está fresco, si flota hay que desecharlo o bien, antes de incorporarlo en una preparación, abrirlo en un recipiente aparte para comprobar su estado. Los huevos cuya cáscara se haya quebrado se pueden usar sólo en recetas cocidas porque pueden haberse contaminado.

A la hora de descongelar un alimento podemos cocinarlo directamente o bien utilizar el compartimiento general de la heladera. No es recomendable hacerlo con agua caliente o a temperatura ambiente ya que perdería sabor, textura y valor nutritivo, y correría el peligro de contaminarse. Y la Ley de Oro: no se puede volver a congelar el producto una vez descongelado, salvo que pase de crudo a cocido.

Asimismo, es primordial emplear distintos utensilios cuando trabajemos en simultáneo con alimentos crudos y cocidos, así como mantenerlos separados unos de otros. Esto se debe a que existe una bacteria que se destruye con la cocción, la Salmonella, que está presente sobre todo en las carnes, huevos y aves crudas, y causa diarrea y cuadros infecciosos.

Las superficies de la cocina, los platos, los utensilios, los equipos y los paños deben mantenerse bien limpios y a salvo del polvo y de los insectos, y debemos asegurarnos de que no queden restos de alimentos en los elementos. Por este motivo, la vajilla sucia y la limpia deben mantenerse separadas y no hay que dejar residuos o vajilla sucia ni limpia pero mojada de un día para otro.

A continuación, el Centro Terapeútico Dr. Máximo Ravenna comparte tips para almacenar adecuadamente nuestros alimentos:

  • En la heladera:

– Asegurarse de que la temperatura de la heladera tenga entre 0º C y 5º C y no llenarla en exceso para que el frío circule con facilidad.

– Colocar los alimentos cocidos en la parte superior de los anaqueles y cubrirlos con un film.

– Colocar las carnes, pollos, pescados y mariscos (estos últimos es preferible congelarlos) en recipientes separados, para evitar que los líquidos de éstos puedan caer sobre otros alimentos.

– Usar recipientes poco profundos y, en lo posible, trozar las piezas para facilitar el ingreso del frío.

– Refrigerar la comida sobrante al instante.

– No lavar los huevos crudos con cáscara para almacenar, sino antes de ser utilizados.

– Conservar las verduras y frutas frescas ventiladas y sin lavar antes de refrigerar.

– Guardar las manzanas y cítricos en bolsas perforadas o sin envoltura.

– Los lácteos y embutidos, leches, cremas y jugos que han sido abiertos deben mantenerse en su envase original. Los enlatados abiertos deben pasarse a un recipiente limpio.

  • En la alacena:

– Garantizar que los lugares de almacenamiento estén secos.

– Los envases cerrados de leche larga vida o en polvo deben estar al resguardo de la luz en el sector más fresco. Los aceites se mantienen mejor en el sector más oscuro y en su envase original.

– Los panes se guardan en un lugar aireado en bolsa de tela, sólo por 1 o 2 días, de lo contrario, lo mejor es congelarlos en bolsas de plástico.

– Los alimentos deshidratados, legumbres, pastas y frutos secos se conservan en su envase cerrado en lugares sin humedad. Una vez abiertos es mejor guardarlos en recipientes herméticos.

– Los tubérculos u otros alimentos similares que estén sanos y no cortados deben conservarse en lugares oscuros y bien ventilados.

– Las latas de conserva al natural, confituras y otros alimentos, podremos guardarlos en la alacena, pero una vez abiertos deben permanecer en la heladera y respetar la fecha de vencimiento.

  • En el freezer:

– La mayoría de los alimentos requiere poca preparación para poder ser congelados. Sin embargo, las verduras deben ser blanqueadas. Para eso, hervirlas unos pocos minutos.

– Los cortes de carne en general se conservan de 6 a 12 meses; el pescado fresco, 3 meses; las verduras previamente blanqueadas, 8 meses; las frutas (sólo conviene congelarlas para realizar compotas, dulces o salsas de frutas), 6 meses; los alimentos con alto contenido de azúcar no se endurecen en el frezzer pero sí se conservan (ejemplo: mermeladas, dulce de leche); las claras de huevo bien limpias de yema pueden congelarse en un recipiente, duran 6 meses; las yemas bien frescas mezcladas con sal o azúcar, 2 meses; la crema, 2 meses.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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