Salud

OJO SECO por el Dr. Omar López Mato

Hace 40 años, cuando comencé el ejercicio de mi profesión, existían en el mercado entre 2 y 3 gotas de lagrimas artificiales y una pomada. Hoy he perdido la cuenta de los geles, lágrimas, pomadas y procedimientos que existen para tratar el ojo seco. Algo pasa en el ambiente en el que nos movemos.

Este síndrome es una alteración en la que las lágrimas no se segregan en cantidad o calidad suficiente para lubricar la córnea (tejido transparente frente al ojo). Esta mala lubricación trae sensación de cuerpo extraño, dolor, ojo rojo y picazón.

Son muchas las causas que conducen al ojo seco y cambia con frecuencia en su forma de expresión.

Las más comunes se relacionan con la edad  y atrofia de las glándulas. En las mujeres, los cambios hormonales son la causa más común (embarazo, anticonceptivos y menopausia). Las enfermedades sistémicas como las afecciones autoinmunes (el síndrome de Sjögren, artritis reumatoides, lupus eritematoso diseminado, entre otros).

A veces, la ingesta de ciertas medicaciones exacerba la sintomatología, los diuréticos y los tranquilizantes secan la piel y las mucosas, aumentando así el cuadro de ojo seco.

El uso prolongado de lentes de contacto y de gotas (especialmente en los postoperatorios) también incrementan los síntomas.

El proceso inflamatorio del parpado (blefaritis) altera el delicado equilibrio químico de las lagrimas ocasionando una alteración de las lágrimas que se secan más rápidamente.

El cuadro de ojo seco se ha convertido en una de las sintomatologías más frecuentes de la vida diaria, exacerbando por horas de lectura y trabajo en las computadoras y celulares.  De allí que recomendamos tener los ojos cerrados un minuto cada una o dos horas.

Ante el diagnostico de ojo seco, además de ver s su oftalmólogo debe hacerse un chequeo clínico y comentar todos los medicamentos que esté usando.

Consejos: Evite la exposición a ambientes muy cálidos o a aires acondicionados.  También evite ambientes muy secos y tenga en cuenta que la polución de la ciudades es muchas veces responsable de esta sintomatología. Unos días afuera de la ciudad obran maravillas.

Además de las lágrimas artificiales (especialmente aquellas que no tienen conservadores ya que algunos químicos de los preservadoras pueden empeorar el cuadro) pueden recurrir al uso de paños fríos y a colirios de algunas drogas antiinflamatorias (pero por poco tiempo) o métodos mecánicos como el uso de tapones en las puntas lagrimales para utilizar mejor las lágrimas propias.

Últimamente, el uso de IPL (luz pulsada) mejora significativamente los cuadros de ojo seco ligados a meibomitis, blefaritis y rosácea.

Hable de este tema con su oftalmólogo y recuerde que la polución dentro de nuestras ciudades empeora este cuadro. Ayudemos a mantener limpia la ciudad, así vamos a estar todos mejor.

 

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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