Sabrina Cirera, soprano: “Cantar me salvó la vida” Por Marcela Fittipaldi

De mirada cristalina y sonrisa que remite a una adolescente, debuta este domingo en el Teatro Colón interpretando  Adriana Lecouvreur. Con una vertiginosa carrera que la ha contado nada menos que en diez roles en nueve años, es una nueva voz del bel canto que vale la pena conocer

Por Marcela Fittipaldi

Un comunicado del Teatro Colón informa en forma escueta que una soprano rumana que había sido convocada para la apertura de la temporada operística 2017 no vendrá a la Argentina por razones artísticas. Sin ahondar demasiado, no resulta muy profesional la excusa. Pero siempre que existe una crisis para algunos parece que los caminos de las oportunidades se presentan para otros. El texto continúa relatando que la interpretación de Adriana Lecouvreur será llevada a cabo por la soprano Sabrina Cirera quien realizará las funciones del domingo 19 de marzo a las 17 hs y el sábado 25 de marzo a las 20 horas. Finaliza:”será el maestro Mario Perusso quién estará a cargo de la Orquesta Estable del Teatro Colón en sus 6 presentaciones. Atentamente” concluye.

Pero quién es Sabrina Cirera

De nacionalidad argentina, comienza sus estudios musicales  en el Conservatorio “Alberto Ginastera” obteniendo el título de Profesora Nacional de Música con orientación en Canto. En 2009 Obtiene el segundo premio de la Bienal Juvenil organizada por “Festivales Musicales” y es finalista en el Concurso Internacional de Canto Lírico “Ciudad de Trujillo”. 2010 Debuta en el Teatro Avenida de Buenos Aires interpretando los roles principales de su cuerda. “Manon Lescaut” (Manon) de G.Puccini y “Cosi fan tutte” (Fiordiligi) de W.A.Mozart.

En 2014 es invitada a cantar a la Gran Gala Aniversario organizado por el Teatro Avenida. Realiza su debut en el rol de Leonora en el estreno latinoamericano de la ópera prima de Giuseppe Verdi “Oberto, Conte di San Bonifacio” bajo la dirección del Mtro. Ramiro Soto Monlhor.

En 2016 hace su debut en el Teatro Colón de Buenos Aires interpretando el rol de Leonora de la ópera “Fidelio” de Beethoven bajo la dirección musical de Francisco Retig y escénica de Eugenio Zanetti.

2017  Dentro de sus compromisos para este año, se encuentra el debut del rol en “Adriana Lecouvreur”  como así también, “Rusalka” (Princesa extranjera) de A. Dvorak, bajo la dirección musical de Julián.

Su voz pura y cristalina, su canto siempre musical, sus sobreagudos, el dominio de la coloratura, su encanto en escena y su belleza angelical la llevan en esta ocasión a afrontar dos debuts, dos papeles  en un teatro de ópera de la ciudad de Buenos Aires que por su tamaño, acústica y trayectoria, está considerado uno de los cinco mejores del mundo.

Por lo tanto,…

-¿Abrir la temporada del teatro Colón es un desafío, un honor o un sueño esperado?

-Todo eso y más. Un desafío porque  es el teatro más importante de nuestro país y Latinoamérica, al que se llega luego de muchísimo esfuerzo, trabajo y dedicación. Alcanzarlo, sobre todo en un rol como lo es Adriana Lacouvreur, te desafía a seguir creciendo, superarte. Un honor porque es el punto más alto al que se puede llegar en nuestro país y no muchos pueden hacerlo. Sobre todo con un rol que le da título a la ópera, pasar a la historia de este teatro… me honra!!! Y por supuesto,  un sueño. Para todo músico alcanzar este lugar es un sueño cumplido!!

-¿Qué es lo que te impulsó a estudiar música?

-Empecé a formarme en piano a los 10 años pero era para tocar en la iglesia y acompañar al coro. Nunca me gustó mucho además siento que no soy para nada buena –lo admite con una leve sonrisa de cómplice ante la revelación-. Estudié hasta los 15 años que fue cuando entré al conservatorio “Alberto Ginastera” de Morón en la carrera de canto.

-¿Cómo descubriste tu potencial como soprano?

-Fue casi de casualidad. De hecho hasta los 13 o 14 años cantaba realmente muy mal –asevera-. Surgió porque en el colegio secundario al que asistía puso talleres obligatorios. Como siempre fui muy buena alumna y estudiaba mucho, no tenía ganas de sumarme más trabajo. Por lo tanto me pareció buena idea entrar al taller de coro. La directora, Elina Hernández, que en ese momento era alumna avanzada de la carrera de canto en el Conservatorio, me escuchó, dijo que tenía muchas posibilidades y me convenció de rendir libre unas materias para entrar directamente a la carrera de canto. Y así fue.

-¿Qué significa cantar para vos?

-Todo! Siempre digo que no me imagino haciendo otra cosa, no podría… es una necesidad muy grande la de cantar. Entré al conservatorio en la adolescencia en un momento muy difícil y violento de mi vida. Entonces sentí que cantar me salvaba. Por lo tanto, para mí significa absolutamente todo!

-¿Has pensado en trabajar en el extranjero?

-Al principio si, de hecho estuve unos meses viviendo en Europa. Pero la realidad es que empecé la carrera o mejor dicho la retomé de grande. Si bien estudié a los 15, pasaron muchos hechos en mi vida que me obligaron a alejarme para retomar a los 30 años, ya no quedaba mucho margen a esa edad. Trabajé 6 años para una compañía de lírica privada. No tuve tiempo de irme, estudiar allá, probar suerte, tratar de entrar a un ópera studio que es la forma de empezar allá una carrera. Preferí quedarme y llegar lo más lejos que pudiera acá. Siempre se tiene la ilusión de viajar, tomar clases, hacer audiciones… pero tendría que sacrificar todo lo que conseguí acá, que fue mucho y en tiempo relativamente corto. Sí me encantaría trabajar en Latinoamérica ya que hay muchos teatros muy bellos pero supongo que con paciencia algún día tendré la oportunidad.

-¿El futuro?

-Este año voy a participar en dos producciones más del teatro: “Rusalka” donde interpretaré a la Princesa Extranjera, y en Andrea Chenier donde estoy como cover del rol de Maddalena. También tengo varios conciertos planeados. Pero la verdad, teniendo en cuenta lo que ha pasado en Fidelio el año pasado y en Adriana Lecouvreur ahora, el futuro nunca se sabe que me deparará.