Una joya de cuento de hadas
05/07/2014
Un castillo mágico, una bella princesa, un ogro rey, un apuesto príncipe, y un burro. ¿Qué mas puede haber para un perfecto cuento de hadas?
¡Oh, mucho más! Periquitos y lechuzas aferrados a los hombros de cortesanos enmascarados en una terraza situada bajo las torres del Château du Chambord.
Un banquete medieval que solo los franceses pueden imaginar: mesas repletas de fruta, flores y comida; enormes y repletas botellas de vino; un servicio orquestado por figuras vestidas en trajes renacentistas; y dulces princesas enfundadas en vestidos de seda, iluminados con joyas.
¡Ah, las joyas! En este festival excepcional de gradiosidad francesa, la colección Van Cleef & Arpels de alta joyería fue un auténtico cuento de hadas.
Tomando como referencia a «Peau d’Ane» o «Piel de burro», la legendaria historia de una princesa que encuentra la felicidad (y finalmente a su príncipe) en la dicha rural, la casa de joyería francesa ha creado imágenes artísticas con piedras preciosas.
Aquí había un bosque encantado, con un granero de diamantes escondido en follaje esmeralda; allí, el castillo, recreado en diamantes de alrededor de 39 quilates de esmeralda brasileña.
Más conmovedores fueron tres pequeños vestidos de princesa, con faldas brillando en pavé, y artesanía tan delicada en la parte trasera como en la frontal. Sus colores de deslumbrante sol y silenciosa luna fueron reproducidos en los matices imposibles exigidos por parte del perturbado rey cuando pidió a su hija en matrimonio. La trama, un oscuro, al estilo de los Hermanos Grimm, cuento de hadas al que le siguió en 1970 una película del mismo nombre, dirigida por Jacques Demy, con Catherine Deneuve escondiendo su etérea belleza rubia bajo un traje de piel de burro.
Siguiendo el cuento original, la instalación de Van Cleef situada al fondo de las amplias escaleras de piedra del castillo –que se cree que han sido diseñadas por Leonardo da Vinci– incluían referencias a reyes orientales que llegaban a la boda real de la princesa justo al final de la historia.
Los telones de fondo estaban inspirados en grabados de Gustave Doré, quien ilustró el libro original ‘Piel de burro’. Un dibujo de un elefante brillantemente vestido introducía la joyas más exóticas de Van Cleef: audaces collares de piedras multicolor.
Fuera sobre el césped, un elefante real, decorado al estilo marajá con unas locas orejas de trapo, se unía a un desfile de carruajes dorados, unicornios y cazadores con cuernos de caza.
Esto último era una referencia a la era de Francis I, el joven rey de Francia que ascendió al trono en 1515 y construyó Chambord en un bosque en el valle del Loira. Este último pabellón de caza se ha convertido en símbolo del Renacimiento francés.
Así que al igual que la realeza renacentista, Van Cleef ha construído una efímera tienda campaña –con una carpa árabe– para los invitados cuyo dress code era rojo rubí o azul zafiro.
Cada parte de la velada siguió el lema de la elegancia discreta, desde los delicados vestidos de seda del diseñador Gaspard Yurkievich hasta la música de Michel Legrand, quien compuso la banda sonora original de ‘Peau d’Ane’.
Es bastante raro ver semejante combinación de imaginación y elegancia en un mundo de lujo centrado en las celebrities, el espectáculo y la promoción de firmas. Sin logos a la vista, el evento transportó a los invitados a un mundo encantado, mientras que al mismo tiempo se exhibían cinco siglos de las mejores tradiciones francesas y, con dulce simplicidad, se centraban en la artesanía y la habilidad.
Detrás de esta velada de placeres mundanos estaba Nicolas Bos, presidente y CEO de la casa de joyería.
«Pensamos que era el momento de volver atrás en la historia para descubrir el arte, la poesía, literatura y arquitectura de principios del s. XVI y el momento de la naturaleza», dijo Bos, explicando que hasta las tiendas de campaña estaban inspiradas por una estructura creada por entonces para complacer al Rey de Inglaterra.
«Queríamos dar una nueva interpretación del S. XXI usando nuestro propio arte: piedras excepcionales y la magia de nuestra artesanía», continuó, antes de que los fuegos artificiales explotaran sobre las torres y llevaran la velada su momento álgido.
La poesía y la magia son rarezas en este mundo del lujo, lo cual convierte a esta noche encantada en una joya de evento.
La colección Peau d’Ane se mostrará de nuevo en La Biennale des Antiquairies en septiembre en París.
Marcela Fittipaldi
Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial
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