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Se fue una grande de la Alta Costura de la Argentina: Emma Saint-Félix de Devorik

A los ocho años Emma ya diseñaba pamelas y trajes para muñecas que causaban furor entre las selectas clientas de la maison de la calle Arenales, que fundó su madre María Epifanía Schiaffino de Saint-Félix, en 1912.
Descendiente de una familia de pintores italianos, María Epifanía re interpretó la moldería europea así como los diseños de Lanvin, Patou y Schiaparelli para las porteñas de alta sociedad mientras que sus pequeñas hijas crecían bajo la melodía de canciones infantiles, el sonido de tijeras, agujas e hilos.   
A fines de los años ’40, un portero uniformado solía recibir en la puerta de la maison a Jovita García Mansilla, Dulce Liberal de Martínez de Hoz, Malena Nelson de Blaquier, Eva Perón, Regina Pacini de Alvear y otros nombres de rigor que figuraban en la Guía Social de Buenos Aires, editada por Atilio Palma. La maison contaba con ciento cuarenta operarias que daban forma a tapados de piel como así también vestidos tanto de calle como de cóctel. 
Cuando María Epifanía murió, Emma y su hermana María Elena continuaron con la firma. Bajo su atenta mirada, sugerencias y diseños, vistieron a las nietas de las primeras clientas sumándose en 1950 las mujeres de los industriales.
Maison Saint-Félix se distinguía por los modelos de corte perfecto, terminaciones realizadas a mano, texturas de impecable calidad y detalles de exquisito gusto. Con su trabajo generó gran cantidad de puestos de trabajo y enseñó el oficio de la Alta Costura que hasta entonces no existía en el país. 
En 1994 Emma recibió la Tijera de Plata de la Cámara Argentina de la Moda. No tardaron en llegar telegramas de felicitación de Lacroix, Dior, Ferré y Krizia.
Tuve el honor de conocerla, de compartir charlas con ella donde la diferencia de edad no existía, ningún tema estaba vedado. Actual, informada, justa, pícara. Imposible de olvidar vestida con sus trajes Chanel, su mirada cristalina, coqueta por demás. Siempre tenía una frase atinada, un consejo justo o una caricia para el alma cuando uno lo necesitaba. Me decía «gordita» y me aclaraba siempre «aunque no lo sos, te lo digo por cariño».
Hoy Emma se fué. Y con ella parte de la historia de la Alta Costura de la Argentina.  
Marcela Fittipaldi

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

2 Comentarios

  • Genoveva Fernandez

    Hizo mi vestido de novia , fue en el 87 , ya era una mujer grande , me dijo que estaba dejando de cocer , pero acepto . Fue un placer conocerla . Genoveva Fernandez

  • Stella Álvsrez Aranguren

    En 1958, hizo mi vestido de novia, todo drapeado. La cola nacía en los hombros, toda una novedad. También en Maison Saint se realizó el vestido de mi madre en 1939. Ambas entrerrianas. Ambas pudimos celebrar 60 años de matrimonios felices.

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