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Vanessa Paradis se libera de Johnny Depp gracias a la moda y la música

Vanessa Paradis comienza una nueva carrera musical. «Love Songs», su nuevo disco, lanzará dentro de unas semanas la nueva imagen de una mujer definitivamente madura, definitivamenteseparada y liberada de un Johnny Depp que también fue su «gurú».
Tras la «separación amistosa» del padre de sus hijos, Vanessa Paradis todavía estuvo un tiempo atada y más que atada a un hombre que también la inmortalizó como dibujante (soñando una mujer que venía de la Viena decadente de Klimt y los Wittgenstein), también era el autor de músicas y letras de éxito, también oficiaba de mentor artístico, dando a la carrera de la actriz y cantante uno de los grandes vuelcos de su vida.
Vanessa Paradis fue durante un tiempo una «Lolita» pop que una marca de perfumes utilizó como pájarito enjaulado entre unas rejas de plata y cristal, en una jaula para turistas afortunados. Siguieron amores más o menos tumultuosos. Hasta que la pareja Paradis – Depp creó una familia que duró lo que duró. Años de amor y dos hijos, escolarizados en Los Ángeles, California.
De ahí el carácter traumático de la ruptura de la pareja. Él se refugió en sus leyendas artificiales. Ella sufrió la soledad del abandono dorado e infeliz. Comenzó por instalarse en París, aunque sus hijos sigan estudiando en California. Y, desde París, ha comenzado a renacer de las cenizas de un amor truncado.
El renacimiento de un creador, o una artista, pasa por su parte. Vanessa Paradis se ha liberado definitivamente de Johnny Deep creando y trabajando un nuevo disco, «Love Songs», en el que ha colaborado Benjamin Biolay, «maravillado», dice, con el «profesionalidad» de una cantante que ha deseado dar un vuelco creativo a su carrera. «Sorprenderá. Vanessa ha querido colaborar y trabajar con mucha gente… Mathieu Boogaerts, Mickaël Furnon, Ben Ricour, Adrien Gallo. En el disco se confundirán muchas tradiciones musicales, africanas, reggae, tropicales, con muchos cobres, coros y coristas, a la manera de alguas cosas de Amy Winehouse».
La liberación de Johnny Deep tiene otra dimensión. Vanessa Paradis vuelve a frecuentar los salones de la alta costura parisina. Del brazo de Karl Lagerfeld. Un respeto. La Vanessa Paradis quincuagenaria está muy lejos de la jovencita que se metía en una jaula de oro para vender los trapos y perfumes de Dior o Chanel. La mujer madura aguanta el tipo junto a un cocodrilo de genio como Herr Lagerfeld. Ambas imágenes se cruzan y dialogan entre ellas. En la mitología de Lagerfeld, el Berlín de entreguerras sigue tiendo un puesto capital, que encaja bien con el desencato lírico de una divorciada en busca de nuevos derroteros, para su vida y su obra.

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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