Moda

El jabón que adoran los japoneses

El jabón Katari, cuyo principal ingrediente es el aceite de oliva, arrasa en Japón. La empresa española ha rescatado una fórmula familiar artesana renovando su imagen.

Ésta es la historia de una tradición. En 1810 la familia Catarineu comenzó a crear jabones con aceite de oliva como ingrediente fundamental. Franceses de origen, huyeron de la Revolución y se refugiaron en España. Con ellos, trajeron la fórmula de las pastillas. En 1900, constituyeron la empresa Hijos de Catarineu y Cía, que patentó el Jabón de Castilla, una marca que pronto se convirtió en líder del mercado.
Marta Gaytán de Ayala (izquierda) y María Catarineu, fundadora y alma mater de la firma de jabones Katari.
Marta Gaytán de Ayala (izquierda) y María Catarineu, fundadora y alma mater de la firma de jabones Katari.
Pero en 1975, con la muerte de su presidente Juan Catarineu, se clausuró la última fábrica que la compañía tenía en Aravaca (Madrid). Sus sucesores no estaban interesados en continuar y la empresa cerró. Ese mismo año, el 13 de agosto en Madrid, nació María, nieta de Juan, que, además del mismo apellido, lleva en las venas la pasión por el jabón . «En 2010, tomé la decisión de continuar con el negocio porque me daba pena que desapareciera el trabajo de tantas generaciones», explica María Catarineu, que antes había trabajado durante 12 años como bróker de Bolsa. Después, comprendió que le resultaba difícil compatibilizar el ritmo frenético de los mercados bursátiles con la vida familiar, y estuvo cuatro años en una consultora que exportaba vinos. Ahí encontró el empujón que le ayudó a decidirse y dar el salto. «Yo vendía a Japón y, en una cena de negocios, le conté mi historia familiar al nipón que se sentaba a mi lado. Él me dijo que si conseguía estructurarlo con un producto de calidad y una presentación atractiva, podría arrasar, como así ha sido», cuenta quien ya forma parte de la séptima generación de una saga dedicada al sector.
LA HISTORIA CONTINÚA. María se asoció con su amiga Marta Gaytán de Ayala para arrancar su aventura. En 2010, salieron al mercado con una imagen renovada. La receptividad de los consumidores nipones respecto a los productos españoles de calidad animó a las socias. «La empresa es Jabones de Castilla y el producto es Katari. Decidimos llamarla así porque en japonés significa comunicación y queremos trasladarlo a una forma de vida: comunícate con tu piel», explica María respecto a su idea, que nació con vocación exportadora. «En el país nipón arrasamos y tenemos 16 puntos de venta. Allí adoran todo lo relacionado con España y les encanta el aceite. Además, las mujeres buscan diferenciarse por su piel y no escatiman en productos naturales».
La firma arrancó con la receta familiar, «la que hicieron generaciones de Catarineu. No hemos tocado nada de la fórmula original», apostilla María sobre Katari 60, que recupera la antigua metodología y moderniza su fabricación en Zaragoza. Con el número, se identifica el porcentaje de aceite de oliva de su composición. Está hecho 100% a mano y, gracias a sus propiedades, se consigue mantener la hidratación natural de la piel. La pastilla (115 g) cuesta 10 € en España y 26 en Japón.
Pocos meses después de su lanzamiento, por petición de los consumidores, hicieron el jabón líquido, «el triunfador absoluto. Para que la calidad sea igual, hemos incrementado la cantidad de aceite, en este caso a un 90%, pero no engrasa y dura mucho porque es denso», cuenta María, que ha completado su oferta con jabones con otros principios activos. En ellos se cede parte de su formulación a otros componentes usados en cosmética y el denominado oro líquido se combina con té verde, algas marinas, rosa mosqueta, aceite de argán, lavanda, naranja y romero, entre otros. Llaman la atención por los colores vibrantes que reflejan la personalidad de María. Para crearlos, se utilizan «los mismos colorantes naturales que en alimentación».
Produce unos 5.000 jabones anuales, y su inquietud la ha llevado a comercializar creaciones tan originales como esponjas para niños que llevan el jabón impregnado. También se ha lanzado al mundo de la cosmética. De momento, hay crema de cara y body milk, pero promete sorprender en el futuro. ¿Su favorito? No lo duda. «El de aceite de oliva, porque tiene un componente sentimental por ahí».
Más info: www.katari.es

Periodista.Editora marcelafittipaldi.com.ar. Ex-editora Revista Claudia, Revista Telva España, Diario La Nación, Diario Perfil y revistas femeninas de la editorial

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